“Carrito” deriva de carro y este del latín. Se origina en carrus, carri con el significado de carro, a esa base se le añade el sufijo –ito que indica diminutivo. Su concepto etimológico es por lo tanto pequeño carro.
“Para” proviene del latín. Para determinados estudiosos procede de “pora” síntesis de “pro ad” con el concepto de: delante de. Otros, en cambio, sostienen que viene de “per ad” que tiene por traducción “por a”. En tanto un último grupo de filólogos aducen que se origina en “per” que posteriormente se transformó en “par” finalizando en la forma en que se usa actualmente.
“Perro” es de origen incierto. Para algunos filólogos esta palabra está relacionada con prrr, brrr, onomatopeya que los pastores emiten para que el perro haga mover el ganado; otros estudiosos, sostienen, en cambio, que es la onomatopeya de su gruñido. Se sabe que no tiene relación con ninguna lengua cercana al español como el gallego, o portugués, ni con árabes ni germánicas. Por eso se cree que más que una onomatopeya su origen se debe a alguna lengua prerromana.
Clase: construcción nominal formada por un sustantivo masculino singular (carrito); una preposición (para) y un sustantivo masculino singular (perro).
La definición de carrito para perro es un carro pequeño con dos varas a los costados que se enganchan generalmente en dos ruedas posteriores, aunque hay también con dos ruedas delanteras, con un asiento donde descansa el abdomen de animal. En algunos modelos existen dos sostenes o un apoya patas que permite que el animal tenga una posición natural y segura. En su diseño está contemplado que el perro pueda hacer sus necesidades mientras la usa y los más pequeños pueden echarse, mientras que los perros más grandes no pueden hacerlo.
Su uso es común en situaciones de artrosis, hernia discal, enfermedad cervical, déficits propioceptivos, displasia de cadera, problemas espinales o neurológicos, y es de uso auxiliar durante una rehabilitación o también para inmovilizar las patas traseras luego de una cirugía.
Este artefacto le otorga autonomía al animal y seguir con su actividad ya que le permite el desplazamiento normal, además de la posibilidad de correr. De este modo, puede recuperar su salud física y mental. Inclusive se puede utilizar para la recuperación de paraplejias reversibles.
Pueden darse dos usos:
-apoyo total en el caso de perros paralíticos. Les asegura su movilidad y les evita las úlceras en la piel al apoyarse de manera permanente en el suelo. Existen también casos que con la ayuda de este carrito para perro, algunos animales han podido recuperar su movilidad con un buen tratamiento kinesiológico y gimnástico.
-auxiliar para aquellos perros que tienen un movimiento reducido. De esta forma el mismo perrito puede mover sus patas con libertad. De esta manera se le asegura autonomía pero también se evita que pierda masa muscular y anquilosis por desuso por mucho tiempo.
Si bien cada silla se puede adaptar a la medida de cada perro, existen diferentes tamaños: para perros pequeños, medianos y grandes.
Una recomendación muy importante es que no se lo deje al perro solo completamente ya que la silla se puede atascar, y que cuando se lo saque de paseo se lo lleve con correa.
Silla de ruedas para perro.
“Luego de que su perra tuviera un accidente que la dejó sin movilidad en las patas delanteras, montó una fábrica de carritos para perros”. En este ejemplo, se usa con el sentido de su fabricación. La locución está en plural.
“Ha alquilado un carrito para perro para que su caniche pueda moverse mientras realiza la recuperación de la movilidad de las patas traseras”. Se refiere en este caso, al uso temporario de este tipo de artefacto.
“’El Campito’ es un refugio de perros de Argentina que alberga 130 perros inválidos que hacen uso de carritos para perros, 50 perros ciegos, 300 ancianos y 150 con enfermedades terminales”. Aquí, se aplica a un refugio canino que rescata y protege perros inválidos, entre otros. La locución está en plural.