¿Qué es pelillos a la mar?

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“Pelillos a la mar” es una frase que se escucha cuando una discusión ya ha dado todas las vueltas posibles, y no hay más por dónde seguirla. O cuando alguna de las partes involucradas ya está a punto de enojarse u ofenderse de verdad. Es ahí que alguno de los participantes dice esta mágica fórmula que invita a la paz y reconciliación.

Clase: frase popular formada por un sustantivo masculino plural en diminutivo (pelillos); una preposición (a); un artículo definido femenino singular (la) y un sustantivo femenino /masculino (mar).



Definición de pelillos a la mar



La definición correspondiente a “pelillos a la mar”, expresión típica de España es lo que se dice luego de una discusión o enfado que ha habido entre una o varias personas entre sí y con la cual se da fin a la disputa.

Esto puede darse en una discusión de amigos, o familiar, o por alguna cuestión familiar, no importa la causa, lo cierto es que cuando las personas se atrincheran en sus opiniones y no salen de allí, la situación se oscurece.

Puede pasar, inclusive, que una de los sujetos se ofenda e intente irse dando un portazo. Pero muchas veces, sucede que hay alguien entre los “contendientes” que no está dispuesto a perder una amistad, un trabajo, o lo que sea por defender un punto de vista. Y es ahí quien rápidamente se acerca y con una clara actitud de reconciliación dice “pelillos a la mar”.

Claro que para que la discusión finalice es necesario que la otra u otras personas acepten no continuar con el tema.

En cuanto al origen de esta frase, existen dos versiones:

Una de ellas la remite a un antiguo ritual infantil en el que los niños hacían las paces luego de una pelea o discusión. En él los chicos se quitaban un pelo de la cabeza y mientras lo tenían entre sus dedos decían:

-¿Aonde va ese pelo?

-Ar viento

-¿Y er viento?

-A la má

-Pos la guerra está acabá.

Y soplándolos pronunciaban la frase final: “Pelillos a la mar”.

Se cree que la elección de los pelos es porque se consideran poca cosa, más aún si se tiene en cuenta que en este caso, el sustantivo está en diminutivo. Con lo que se quiere decir que el disgusto o pelea es muy leve y ya se debe dejar. Y el mar, porque el viento lleva tarde o temprano, todo a las corrientes de aguas, sean arroyos o ríos. Y estos terminan en el mar, en donde se pierde lo individual para ser parte de la inmensidad, de lo indistinto.

La otra versión explica este dicho partiendo de “La Ilíada”, el poema homérico en el que se enfrentan los griegos o aqueos con los troyanos a causa de la afrenta que Paris, hijo de Príamo, causó al griego Menelao al secuestrar a su esposa Helena. Príamo se humilla yendo al campamento griego pidiendo que le devuelvan el cadáver de su hijo Héctor. De ese modo, la venganza ha tenido lugar y los dos pueblos le rinden homenaje.

A los corderos que se sacrifican en el banquete, Paris y Menelao, representantes de los troyanos y los aqueos, respectivamente, les cortan simbólicamente unos pelos como señal de amistad para luego arrojarlos al viento.

Sea una u otra versión, lo cierto es que en ambas está presente la ceremonia de pacificación de “pelillos a la mar”.

Ejemplos de uso y frases

“Estaban a punto de irse a las manos por la discusión, cuando un tercero se interpuso diciendo: vamos, vamos, pelillos a la mar”. En este ejemplo, se usa con el sentido de alguien que detuvo una pelea.

“Por más que su amigo pronunció la frase: pelillos a la mar, el joven siguió discutiendo enojado haciendo caso omiso”. Aquí, se aplica a alguien que no acepta quedarse sin la razón.

 “Hacía tiempo que habían discutido y no se hablaban por eso cuando se vieron esta vez, el amigo con una sonrisa amistosa se acercó diciendo -pelillos a la mar, hermano”. Se refiere en este caso a quien está dispuesto a reconciliarse con quien estaba peleado.