El término ambivalente deriva de ambivalencia y éste es un neologismo formado a partir del latín. Está formado por ambo, ambae, ambo (los dos juntos, los dos al mismo tiempo) vinculado a la raíz indoeuropea *ambho- con el mismo significado que en español. Y por valentía, valentiae que significa vigor, facultad, poder. Esta palabra está formada a su vez, por la raíz del verbo valeo, valere, valui cuyo concepto es ser fuerte, robusto, tener fuerza, valer, por el sufijo –nt- que señala al agente y por –ia que indica cualidad.
Clase: adjetivo, singular. En cuanto al género, todo adjetivo lo toma del sustantivo que acompaña. Pero en este caso, no toma la desinencia ni del género masculino ni del femenino, sino que permanece invariable, por terminar en –e.
La Real Academia Española da como su definición “perteneciente o relativo a la ambivalencia”. Definiendo a ambivalencia como “condición de lo que se presta a dos interpretaciones opuestas”. “Psicol. Estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como el amor y el odio.”
Por su parte, el Diccionario Mosby – Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud define a este término como: “que tiene igual potencia por ambos lados”, “(en psicología) que tiene emociones igualmente fuertes pero opuestas, como amor y odio, por la misma persona.”
Por lo tanto, para la psicología la ambivalencia sucede cuando una persona experimenta pensamientos y/o emociones de valencia positiva y negativa a la vez, hacia alguien o algo. También se utiliza esta palabra para referirse a la aparición de sentimientos mezclados frente a determinada situación, como puede ser el caso de sentir inseguridad o duda frente a algo. Desde el punto de vista de quien sufre de esto, lo vive como algo desagradable ya que este estado puede llevar a la evasión o por el contrario, intentar resolver esta ambivalencia de una manera u otra.
En el caso del psicoanálisis este concepto que fuera introducido por Bleuler en 1911, denomina una actitud emocional en la que coexisten impulsos contradictorios derivados de una fuente común y por eso mismo interdependiente. Pero en este caso, se considera que una de las emociones contradictorias u opuestas, es la manifiesta y la otra, se mantiene reprimida y se expresa indirectamente. Solo puede ser descubierta a partir del análisis.
“El benefactor reconoce que le ha quedado una sensación ambivalente: por un lado, la inmensa satisfacción de haber ayudado a quienes lo necesitaban, pero por otro, no poder garantizarles a esas personas que en el futuro no vayan a necesitar otra vez ayuda”. En este ejemplo, se usa con el sentido de sentimientos contradictorios.
“La región vive una situación ambivalente, ya que por un lado existe una proliferación de inversiones en construcciones de propiedades particulares y bienes suntuarios y por el otro, no hay industrias ni trabajo suficiente para la gente más empobrecida”. Se refiere en este caso, a una situación en la que se manifiestan dos polaridades.
“Quedó sumamente impactado luego de la sesión de psicoanálisis al haber descubierto que tiene sentimientos ambivalentes frente a su madre: que la ama y respeta profundamente pero también la odia por verla tan perfecta”. Aquí, se aplica al término psicoanal