El término ansiedad se origina en el latín. Proviene de anxietas, anxietatis como cualidad o estado del adjetivo anxius, anxia, anxium cuyo significado es ansioso, inquieto, angustiado, acongojado. Este adjetivo a su vez, se relaciona con el verbo ango, angere, anxi, anctum (estrechar, oprimir, atormentar, angustiar). Todas estas palabras proceden de la raíz indoeuropea *angh- (estrecho, doloroso). Puede considerarse, entonces, como el concepto original de este vocablo estar ansioso, inquieto, angustiado.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
Para la Real Academia Española su definición es “estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo”.
En el ámbito de la Medicina es la “angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos”.
En Psiquiatría: “Diagnóstico […] aprobado por la North American Nursing Diagnosis Association, que hace referencia a un sentimiento de intranquilidad, desasosiego, agitación, incertidumbre y miedo, que aparece al prever una situación de amenaza o peligro, generalmente de origen intrapsíquico más que externo y cuya causa suele ser desconocida o no admitida. Las características que la definen pueden ser subjetivas u objetivas. Las características subjetivas comprenden sensaciones de aumento de la tensión, desamparo, inadecuación, miedo, sobreexcitación, desasosiego y preocupación. Las características objetivas son excitación cardiovascular, vasoconstricción superficial, dilatación pupilar, inquietud, insomnio, escaso contacto ocular, temblor, tensión facial, voz trémula, retraimiento, aumento de la sudoración y manifestaciones de preocupación respecto a los cambios en los acontecimientos vitales. Algunos tipos de ansiedad son: circunstancial, de castración y por la separación. (Diccionario Mosby- Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud).
Angustia, congoja, zozobra, inquietud, desasosiego, ansia, intranquilidad, preocupación, nerviosismo, excitación.
Calma, serenidad, sosiego, tranquilidad, paz, alegría.
“Últimamente se lo nota con una gran ansiedad, por eso su esposa le ha recomendado ver a algún profesional”. Se refiere en este caso la sintomatología de esta perturbación.
“Comenzó teniendo insomnio, cansancio y luego malestar estomacal hasta que informándose por el resto de los síntomas descubrió que sufría de ansiedad generalizada”. En este ejemplo, se usa como el diagnóstico de la enfermedad.
“A pesar de estar con ansiedad, no llega a ser un problema psicológico grave, está dentro de los parámetros normales de este fenómeno”. Aquí se aplica como respuesta emocional, no como trastorno.