“De noche todos los gatos son pardos” es un dicho que aún se usa popularmente en España para referirse a que en la oscuridad es fácil no ver los defectos de alguna cosa o persona. Asimismo se lo utiliza también para referirse a que en la oscuridad de la noche se puede esconder lo que se está haciendo o disimularlo.
Clase: frase popular formada por una preposición (de); un sustantivo femenino singular (noche); un pronombre indefinidos masculino plural (todos); un artículo determinado masculino plural (los); un sustantivo masculino plural (gatos); verbo en tercera persona plural del presente indicativo del verbo ser (son); adjetivo masculino plural (pardos).
En cuanto a la definición de este refrán popular “de noche todos los gatos son pardos”, oriundo de España es con la oscuridad de la noche o la falta de luz es fácil disimular los defectos o imperfecciones de lo que se ofrece y se muestra en cuanto a objetos que se venden.
Sin embargo también se aplica este dicho a las personas, ya que en la oscuridad y en zonas de poca iluminación no se pueden ver claramente los rasgos de quienes se tiene enfrente.
Esto lo puede confirmar todo aquel que ha conocido a alguien de noche. Sabe muy bien que a la luz del día los rasgos se perciben diferentes porque se puede ver con todo detalle. La oscuridad, en cambio, borra ciertas líneas defectuosas o al menos las atenúa.
Por supuesto que en el caso de las personas, la belleza exterior no es lo fundamental, porque es mera apariencia, así que de ocurrir algo así, no tiene una importancia primordial. Pero en el caso de objetos o cosas que se han adquirido, es primordial que estén en buenas condiciones.
También existe otro concepto con el que se aplica “de noche todos los gatos son pardos” y es que durante la noche es fácil esconder o disimular lo que se hace, justamente porque no se puede ver con claridad.
Sea uno u otro el sentido con que se utilice, lo cierto es que el ser humano cuando no tiene la luz suficiente no ve los colores claramente. Aunque en el refrán se lo unifique en el pardo que es un color en el que convergen el gris, el verde, y el color miel.
En cuanto al origen de esta expresión, no está muy confirmado, sin embargo existe una versión que la ubica hace varios siglos atrás. Cuando Madrid era una gran aldea y donde según dicen, los habitantes se llamaban vulgarmente entre sí “gatos”. Debido a lo precaria de la iluminación, no era nada fácil diferenciar a un poblador de otro, pareciendo todos iguales.
“Cuando vio a la luz del día el reloj que había comprado en ese sucucho como de primera línea entendió perfectamente que de noche todos los gatos son pardos”. Aquí, se aplica a alguien que compró un objeto creyéndolo de mejor calidad.
“Solo se le ocurrió decir cuando lo descubrieron bailando con la novia de su compañero en la discoteca, que de noche todos los gatos son pardos”. Se refiere en este caso, a una excusa de que no pudo distinguir a una persona.
“Trajo en medio de la noche una supuesta piedra que resultó ser una tortuga, y para justificar su confusión dijo que de noche todos los gatos son pardos”. En este ejemplo, se usa con el sentido de traer un animal por una cosa.