La palabra factura se origina en el latín. Proviene del verbo facio, facis, facere, feci, factum cuyo significado es hacer. Este vocablo está formado por la base del supino fact- más el sufijo -ura que señala actividad/resultado.
Puede considerarse, entonces como el concepto etimológico de este término la actividad o el resultado de hacer algo.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
Partiendo de la etimología de este vocablo, su primera definición es la acción y consecuencia de hacer algo.
En el ámbito comercial, es, por un lado, un escrito por el cual la persona que vende le describe al que compra la cantidad de mercaderías que le ha vendido, el precio o valor unitario, el precio o valor total, los descuentos y los impuestos, y en algunos casos también puede detallarle las condiciones de pago y de entrega.
Por otro, es la cuenta que le presenta a un comerciante, su representante mediante la cual le detalla el coste y costas de las mercaderías que compra y remite.
Se la considera un documento comercial que expresa toda la información de una compraventa.
Normalmente constan de 3 copias y llevan un membrete con el nombre de la empresa vendedora.
Se considera como la justificación fiscal de que se ha entregado una mercadería o se ha realización la provisión de un servicio. Con ella el cliente o receptor tiene derecho de deducir el impuesto IVA (Impuesto al Valor Agregado).
En el arte se utiliza este término para designar el modo de ejecutar o hacer una pintura o una escultura.
En Cuba, para designar al conjunto de artículos de primera necesidad que se compran de una sola vez para ser consumidos en un determinado período de tiempo.
Y en Argentina se conoce como facturas a una especie de panecillos dulces o masas dulces que han sido creadas por los inmigrantes europeos y que luego fueron adaptándose al gusto del lugar. Son horneadas, de una masa dulce con una especie de cáscara acaramelada, y tostada. Se las hace con harina y manteca o grasa animal, aunque en muchos casos se ha sustituido la grasa por la oleomargarina. Tienen diferentes formas, algunas de ellas están rellenas con dulce de leche, de membrillo o crema pastelera y pueden estar cubiertas por azúcar blanca, morena o impalpable.
Muchos de sus nombres como vigilantes, bolas de fraile, cañoncitos de dulce de leche, sacramentos (que son salados) fueron puestos como ridiculización al ejército o a la iglesia, ya que a finales del siglo XIX, existían muchos panaderos anarquistas. Otras, son las palmeritas, tortas negras y medialunas, que son parecidas al croissant francés.
Se venden en las panaderías por docena, aunque también se pueden comprar por unidad. Es costumbre en la Argentina que sean parte del desayuno o merienda y se comen con el mate, infusión típica de Argentina y Uruguay.
Nota, cuenta, recibo, extracto; masa dulce.
“Ha habido un error en la factura, por eso tuvieron que anularla y hacer otra nueva”. Aquí, se aplica a la de índole comercial.
“Es un cuadro de una excelente factura”. Se refiere en este caso, a la ejecución de la obra de arte.
“Ni bien llegó a la casa, lo convidaron con mate y unas ricas facturas”. En este ejemplo, se usa con el sentido de masas dulces.