La palabra flora se origina en el latín. Escrita en el nominativo igual que en español y en genitivo es Florae, con el significado de diosa de las flores, en cuyo honor se realizaban las fiestas Florales. También conocida como Flosa y Flausa era la divinidad romana encargada del florecimiento y desarrollo de todo tipo de plantas y de vegetación.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
La definición de este vocablo es todas las plantas que habitan en una determinada zona o país. También se utiliza para referirse a todo manual o libro que se ocupa de las plantas en general.
Para la Medicina su concepto se refiere a todos los microorganismos que residen dentro del cuerpo humano y que son responsables, en muchos casos, de proveer inmunidad frente a determinadas infecciones, al rivalizar y enfrentarse con todos los microorganismos que producen enfermedades.
Por su parte en la apicultura se conoce como flora apícola o nectífera a todas las plantas de un territorio o de una nación que es de interés para las abejas porque de ellas extraen el polen y el néctar.
En Astronomía se designa con este nombre al 8º asteroide de la serie.
Para la Mitología romana es la diosa de las flores, jardines y la primavera. Su fiesta se celebraba en abril o principios de mayo y significaba el ciclo de la vida que se renueva. En ella había bailes, bebidas y flores.
Vegetación, botánica, vegetales, plantas.
“Han realizado un importante movimiento para proteger la flora y la fauna de la laguna que corre peligro de extinción frente a la depredación de la industria y de la pesca”. En este ejemplo, se usa con el sentido de protección de la vegetación natural de un lugar.
“Como le ha encantado su historia, para la fiesta de disfraces en la que va a participar, va a encarnar a Flora, la diosa de las flores y la vegetación.” Se refiere en este caso, a representar a la diosa romana.
“Le han descubierto un problema con la flora intestinal que ya está siendo tratado”. Aquí, se aplica a un trastorno de las bacterias intestinales.