El término incubadora proviene de incubación y éste del latín. De incubatio, incubationis y es la acción del verbo incubo, incubare, incubavi, incubatum formado por el prefijo in- en, más la raíz cub- cuyo significado es estar acostado o acostarse. A la raíz incubatio se le agrega el sufijo –ora que indica la cualidad. Por tanto su concepto etimológico es la cualidad de incubar.
La palabra huevo también viene del latín. Proviene de ovum, ovi con el mismo significado que luego ha tenido en español.
Clase: locución conformada por un sustantivo, femenino, singular (incubadora), una preposición (de) y un sustantivo, masculino, plural.
La Real Academia Española da como definición de incubadora, entre otras: “aparato o local que sirve para la incubación artificial”.
Y como definición de huevo, entre otras: “cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves o de otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación”; “huevo de la gallina, especialmente destinado a la alimentación humana”.
El Diccionario ecológico Academic, por su parte, define a incubadora como “recinto de temperatura y grado higrométrico constantes, destinado a recibir temporalmente a recién nacidos prematuros. Término que por lo general se aplica a las cámaras de calor donde se empollan huevos de gallina, patos, tortugas, cocodrilos, etc.”
Puede definirse también como el lugar o espacio donde se realiza el procedimiento de dar calor a los huevos para su desarrollo, sustituyendo así al proceso natural de recibir el calor a través de la hembra o de estar bajo tierra o arena.
Para efectuar la incubación existen determinados parámetros a tener en cuenta: los huevos a colocar en una incubadora no deben pesar menos de 52 g ni más de 75. Antes de poner los huevos en la máquina de incubación deben pasar por un período de precalentamiento para evitar un cambio brusco de temperatura entre la sala de conservación y la incubadora.
Luego se pasa a cargar la máquina que debe ya estar en temperatura unas horas antes. Los huevos de gallina permanecen durante 18 días. La incubadora a su vez, puede ser de carga única donde todos los huevos se introducen al mismo tiempo o de carga escalonada en la que se van introduciendo cargas sucesivas.
Es fundamental además tener en cuenta los aspectos de temperatura (para las especies domésticas es entre 37 y 38ºC); humedad relativa (que debe ubicarse entre el 50 y 55%); ventilación y presión barométrica que regula el oxígeno y el anhídrido carbónico y por último, el volteo de los huevos. En este caso los huevos de gallina, por ejemplo, deben ser puestos con el polo fino hacia abajo. Y se los debe voltear hasta el día 14 de la incubación. Si se realiza cada hora o cada dos horas, eso mejora los resultados. Puede hacerse manualmente o a través de un volteo automático.
Incubación artificial.
Incubación natural.
“Como quiere que sus pollos se críen naturalmente no aceptó la incubadora de huevos que le han regalado”. En este ejemplo, se usa con el sentido de una persona que elige para la incubación el proceso natural.
“La incubadora de huevos ha sido concebida desde la antigüedad por los egipcios que colocaban los huevos en pilas de estiércol”. Se refiere en este caso, al origen de este método.
“Los biólogos colocaron cuidadosamente en la incubadora de huevos, los que encontraron en nidos vacíos para conseguir que finalmente las crías de cóndor puedan nacer y así salvar a la especie”. Aquí, se aplica a un procedimiento utilizado para salvar especies en extinción.