La procedencia de la palabra bisexual es del latín. Proviene de sexus, sexus que, a su vez deriva del verbo secare (cortar). Esto está relacionado con dividir al género humano en dos tipos distintos: femenino y masculino; por tanto, su definición está relacionada con el hecho de ser macho o hembra. Por esta razón antes del siglo XVII iba acompañado de los adjetivos virilis o mulieris.
Este término está formado por la raíz sex- a la que se le adosa, en español el prefijo bi- (dos) y el sufijo –al que expresa pertenencia y abundancia.
Por todo esto puede decirse que el concepto de este término es la pertenencia a dos sexos.
Clase: adjetivo, singular. En cuanto al género, todo adjetivo lo toma del sustantivo que acompaña. Pero en este caso, no toma la desinencia ni del género masculino ni del femenino, sino que permanece invariable, por terminar en –l.
Andrógino, hermafrodita.
Inequívoco, unisexual.
“Cuando descubrió que su amiga era bisexual, no pudo dejar de sorprenderse”. Se refiere en este caso, a las personas que practican la bisexualidad.
“Nadie se cuestiona y muchos ni siquiera saben, que muchas plantas son bisexuales”. En este ejemplo, se usa con la acepción de la botánica. Está en plural.
“El comentario de la exposición es la escultura bisexual que realizara el reconocido artista transgresor”. Aquí, se aplica refiriéndose a no apartarse de lo que conoce.