“A la tercera va la vencida” se aplica en situaciones en las que una persona ha tenido sucesivos fracasos, para animarla o animarse a realizar otro intento una última vez para lograr lo que desea. Claro que también puede tener otro significado y es que luego de haber intentado varias veces algo, que se pruebe una última vez y si sale mal habrá que desistir definitivamente.
O sea, de una u otra forma, es la última oportunidad que se tiene para lograr lo que se ha propuesto.
Clase: frase popular formada por una preposición (a); un artículo definido femenino singular (la); un sustantivo femenino singular (tercera); el verbo ir en tercera persona del singular presente del indicativo (va); un artículo definido femenino singular (la) y un sustantivo femenino singular (vencida).
La definición de “a la tercera va la vencida” frase coloquial de España que significa dar ánimo a alguien o dárselo uno mismo frente a hechos o cosas que han salido mal dos veces y que a la tercera van a salir bien. De este modo se indica que se debe perseverar hasta el final para conseguir el objetivo deseado.
No obstante también puede tener el concepto contrario y aconsejar, luego de haber efectuado algo dos veces, que en la tercera si sale mal, no se insista más.
Esta frase es muy usada no solamente en España, sino también en otros países de habla hispana tales como Latinoamérica, donde se puede encontrar con otras variantes, pero idéntico significado. En síntesis su idea fundamental es esforzarse y perseverar en algo pero marcando un límite, luego del cual o se llegó a un buen resultado o no se intenta más.
En cuanto a su origen, no hay un acuerdo entre los estudiosos, por eso existen varias versiones.
Una de ellas sostiene que proviene de los siglos XVI y XVII en los cuales se aplicaba la pena de muerte luego del tercer hurto (“ter furtum”).
La segunda, se relaciona con la lucha cuerpo a cuerpo, en la cual ante la tercer caída se daba por finalizado el combate. O que la disputa se realizaba al mejor de tres juegos.
La última, va mucho más atrás, a los tiempos de Roma. Allí los soldados se dividían en filas de acuerdo a su capacitación y preparación. De este modo, los de la primera fila, llamados “pilati” o “velites” eran los bisoños y por lo tanto menos preparados. En la segunda, iban los “bastati” que tenían más valor y mérito que los anteriores. Mientras que en la tercera, estaban los “triarios” que eran los veteranos más valerosos.
Según el Padre Esteban de Terreros de esa división provino el adagio latino “ad triarium ventum est” que significa justamente “a la tercera va la vencida o se echa el resto”.
Esta frase también está relacionada con una superstición. Cuando se usaban fósforos para encender un cigarro o cigarrillo, nunca se usaba el mismo para tres personas. Esto era porque se decía que durante la Primera Guerra Mundial, en las trincheras, cuando se encendía la llama para el primer soldado, el enemigo cargaba el fusil, cuando se daba fuego al segundo, el enemigo apuntaba y cuando se le daba al tercero, el enemigo disparaba, matándolo.
“La tercera es la vencida” (Argentina)
“Reprobó dos veces matemáticas pero esta vez asegura que va a aprobar porque a la tercera va la vencida”. Se refiere en este caso a pasar una asignatura.
“Intentó invitar a salir a la chica varias veces, asegurando que esta vez será la última y si le dice que no, desiste, porque a la tercera va la vencida”. En este ejemplo, se usa con el sentido de no volver a intentar más si se fracasa.
“Está volcando el líquido que pasa a la botella, y ante la mirada recriminatoria de su madre sostiene que ahora le va a salir bien porque a la tercera va la vencida”. Aquí, se aplica a quien tranquiliza a otra persona frente a lo que le ha salido mal, dándose una última oportunidad.