“Éramos pocos y parió mi abuela” es una locución mediante la cual se está dando a entender que ya hay demasiadas personas en un lugar y llega alguna o algunas más. Esto causa molestia y malestar porque los que están deben incomodarse para dejar más espacio a los que se agregaron.
También se suele usar para decir que a algo que funciona mal, se le agrega otra cosa más grave todavía.
Clase: frase coloquial formada por el verbo ser en primera persona del plural del pretérito imperfecto del modo indicativo (éramos); un pronombre indefinido en masculino plural (pocos); un coordinante copulativo (y); el verbo parir en tercera persona del singular del pretérito perfecto simple del modo indicativo (parió); un pronombre posesivo en primera persona del singular función adjetiva (mi); un sustantivo femenino singular (abuela).
“Éramos pocos y parió mi abuela”, es una locución usada no solo en España, sino en Argentina, Uruguay, Venezuela y Cuba, entre otras naciones de Latinoamérica.
En cuanto a su definición hace referencia a una situación en la que ya hay algo en exceso, normalmente personas, y se agregan más.
Obviamente que es una expresión irónica ya que “pocos” se está refiriendo que ya son demasiadas personas para que se agregue una más. Y con respecto al “parió mi abuela” se está especificando algo inesperado, debido a lo poco frecuente que las mujeres que son abuelas queden embarazadas.
Asimismo esta frase se aplica, en ciertas ocasiones, para especificar que se está en una situación mala y que se ha agravado aún más con otro hecho imprevisto.
Esta es una expresión popular que no tiene en sí misma ninguna historia particular, será por eso que tiene tantas variantes. Así de la abuela puede pasar por la gata, una burra e inclusive tener identidad: Catana.
Catana es un nombre que se ha utilizado hasta no hace mucho tiempo en Cuba. Es uno de los personajes más populares de una frase también coloquial de la isla: “¡Al fin, parió Catana!”
Este mismo personaje, en la zona oriental de Cuba, fue la protagonista de la frase “¡Éramos pocos y parió Catana!”. Pero la abuela ha tenido más peso también en la isla caribeña y es así que actualmente también allí la frase utilizada es “Éramos pocos y parió mi abuela”.
Éramos pocos y parió Catana (Cuba); éramos pocos y parió la gata; éramos pocos y parió la burra; no cabemos al fuego y parió mi suegra; no cabíamos al fuego y entró nuestro abuelo.
“Apenas entraban todos en el auto para ir al acto de la escuela cuando llegó la amiga de la hija que no podía faltar porque era abanderada, fue así que el padre no pudo disimular su molestia diciendo: éramos pocos y parió mi abuela”. Se refiere en este caso, a una persona que se agrega a muchas en un lugar reducido.
“Llegaron mojados por la tormenta y al entrar se encontraron todo el living inundado por una inmensa gotera, la mujer se tomó la cabeza gritando: éramos pocos y parió mi abuela”. Aquí, se aplica a una situación mala que empeora aún más.
“Éramos pocos y parió mi abuela -murmuró el chico a su amigo-, al ver entrar al vecino con el que siempre discuten”. En este ejemplo, se usa con el sentido de la llegada de alguien a quien no se quiere en el lugar.