¿Qué es huele a chirimoyo?

huele a chirimoyo

“Huele a chirimoyo” es una expresión que no se refiere al árbol latinoamericano, sino que, a partir de ciertas características de su fruto, se aplica en el ámbito económico.

Cómo llegó hasta allí, es una historia más que interesante para descubrir.

Clase: frase popular formada por el verbo oler en tercera persona del singular presente del modo indicativo (huele); una preposición (a) y un sustantivo masculino singular (chirimoyo).



Definición de huele a chirimoyo



“Huele a chirimoyo” es una frase coloquial propia de Chile mediante la cual se hace referencia a la posibilidad de que un cheque que se ha emitido y recibido, esté sin fondos en el banco.

En realidad este dicho es la demostración del ingenio popular ya que el chirimoyo es un árbol típico del norte de Chile.

Este árbol llamado científicamente Annona cherimola se considera originario del norte de Perú, sur de Ecuador y algunas zonas del norte de Chile, crece entre los 1500 y 2200 metros sobre el nivel del mar.huele a chirimoyo

Es de los caducifolios, o sea que pierde su follaje en una parte del año, generalmente la estación más fría y de crecimiento lento. Puede llegar a unos 7 a 8 metros en su madurez, tiene un porte erguido, ramificado de forma irregular pero con un follaje exuberante, con hojas simples, enteras y muy finas con disposición alternada.

Su fruto es consecuencia de la fusión de los carpelos alrededor de un receptáculo carnoso que tiene una forma cónica y alargada. De piel delicada y fina, en su superficie tiene marcas en forma de U que corresponden a la unión de dichos carpelos. Su peso está entre los 200 y 800 g y su pulpa es blanca, algo jugosa y cremosa, con semillas de color marrón oscuro a negro que se vuelven de color chocolate a las pocas horas de ser expuestas al aire y la luz.

Una de las características de esta fruta es que se debe sacar del árbol un tiempo antes de que madure para que, a su vez se la deba someter a diferentes procesos para que finalmente llegue a su maduración. El fruto así se convierte en algo exquisito y oloroso.

De allí es que el ingenio popular lo relacione con un cheque sin fondos, ya que hay que esperar que “madure” para ser cobrado.

De este modo cuando se escucha de la boca de un chileno, “huele a chirimoyo” no quiere decir que se siente el exquisito olor del árbol sino, intuir o sentir que alguien ha entregado un cheque que va a ser difícil de cobrar. Aunque puede ocurrir que se haya entregado antes de la fecha de pago y para ese entonces el dinero esté.

Ejemplos de uso y frases

“Ni bien tiene en su mano el cheque que le da del cobrador, no duda en decir que le huele a chirimoyo”. Se refiere en este caso a intuir que el cheque es incobrable.

“Cuando visitó el norte de Chile le aclararon que no es lo mismo una chirimoya madura a algo que huele a chirimoyo”. En este ejemplo, se usa con el sentido de diferenciar las dos acepciones.

“El hombre miró con desconfianza el cheque, pero el deudor le aseguró que lo lleve con confianza, porque no huele a chirimoyo”. Aquí, se aplica a alguien que asegura que el cheque que ha emitido tiene cómo cobrarse.