Un mascarón de proa o también llamado figurón de proa es una escultura que se coloca embelleciendo la proa de una nave, solían medir entre los 45 cm hasta los 2,5 metros.
Fue muy utilizado en el antiguo Egipto, India e inclusive, en la China, Grecia y Roma cumpliendo una función religiosa, bélica o identificatoria. Y se generalizó desde el XVI al XIX, en los galeones, desapareciendo hacia la Primera guerra mundial con los buques de acero.
Clase: construcción sustantiva formada por un sustantivo masculino singular (mascarón); una preposición (de) y un sustantivo femenino singular (proa).
Su definición es una figura generalmente tallada en madera o pintada, colocada como adorno que llevaban antiguamente los buques en el tajamar que es la parte alta de la proa donde rematan las perchas de una embarcación.
Una de las tradiciones más antiguas era la de colocar en la punta de una embarcación la cabeza de un animal sacrificado en honor a un dios cuando se iniciaba un viaje.
Según se cree los pueblos de la antigüedad, tales como los egipcios, griegos y romanos acostumbraban a pintar ojos en las proas de sus barcos con el fin de que el barco entrara el camino más seguro en el mar.
El mascarón de proa nace a partir de que en las naves antiguas quedaba en la proa un madero vertical macizo que llamó la atención y se vio que era apto para ser tallado y decorado. Esta técnica siguió hasta los siglos XIII y XIV en que el mascarón desaparece para volver en el siglo XVI.
Por supuesto que este tipo de decoración necesitaba de artesanos especializados y es por eso que estos mascarones de proa se comenzaron a proteger con jaulas de hierro para que no fueran averiados durante la batalla.
Entre los temas que aparecían en estas figuras estaban los santos, figuras mitológicas, figuras alusivas al nombre del barco o banderas o emblemas nacionales. Fue muy popular la figura de la mujer, cuyas imágenes se remiten a cuatro tipos:
-la diosa o guerrera armada, especialmente Minerva o Atenea.
-una nereida o ninfa que solían ser un apoyo de otros mascarones, aunque podían ser el tema central si el barco tenía nombre de ninfa marina.
-una sirena con alas y doble cola de pez.
-sirena con torso de mujer y cola de pez.
En cuanto al material, no solo se hicieron de madera, sino que muchos fueron recubiertos con oro para demostrar el poderío entre los piratas.
Hacia el siglo XIX, las figuras se remitían a escudos heráldicos o figuras humanas o animales.
Por supuesto que cuando aparecieron los grandes navíos de hierro fueron perdiendo estas figuras para dejar paso a simples arabescos y simplemente escudos que se perdieron definitivamente hacia el siglo XX.
Con referencia a la etimología de esta construcción:
“Mascarón” proviene de máscara y esta se origina en el árabe. Procede de “máshara” (pr. másjara), que proviene de “Sáhara” con el significado de él burló de “sahir” que significa burlador. A la raíz española mascar- se le añade el sufijo -ón con el concepto de aumentativo.
“De” deriva del latín y señala un punto de partida o separación.
“Proa” se origina también en el latín. En prora, prorae que a su vez se tomó del griego πρῴρα, πρῴρας (pr. próra, próras) con idéntico significado.
Figurón de proa; figurón.
“Los vikingos solían usar como mascarón de proa, figuras totémicas con el fin de espantar a los espíritus marinos y los griegos y fenicios representaban a los dioses para dar confianza a la tripulación”. En este ejemplo, se emplea con el sentido de su usanza entre los pueblos antiguos.
“El capitán explicó a los visitantes la historia del mascarón de proa de la fragata”. Se refiere en este caso a la historia de una de estas esculturas.
“Hacia 1690 los costos de un mascarón de proa eran tan elevados que los diferentes Almirantazgos empezaron a reglamentar su costo y peso”. Aquí, se aplica a medidas con el fin de economizar en el gasto de estos figurones.