La locución “morder el polvo” no quiere decir que se está probando o comiendo alguna sustancia comestible en polvo como puede ser leche o chocolate, sino que expresa quedar de cara al suelo, derrotado.
Si bien cuando se usa en algún deporte como el tenis, puede convertirse en literal, ya que el jugador pudo haberse caído en el polvo de ladrillos. Lo cierto es que se utiliza cuando alguien ha conseguido hacerse con la victoria venciendo totalmente a su contrincante o rival.
Clase: expresión coloquial formada por un verbo en infinitivo de segunda conjugación (morder); un artículo definido masculino singular (el) y un sustantivo masculino singular.
La definición de “morder el polvo”, expresión que se utiliza en muchos países de habla hispana, es cuando alguien ha sido vencido física, moral o emocionalmente y cuya derrota lleva cierta humillación.
Suele utilizarse sobre todo cuando alguien se ha atrevido a desafiar a otra persona y termina siendo derrotada o quedando en ridículo por aquella.
Esto se explica a partir del origen de esta expresión que nace hacia la Edad Media, entre los caballeros medievales cuando peleaban en la batalla. Cuando uno de ellos era derrotado y caía herido al suelo, tomaba un puñado de tierra y como una especie de ritual de despedida la besaba. De este modo manifestaba el agradecimiento a la Tierra que lo había visto nacer y en la que había crecido, vivido y donde sería guardado su cuerpo luego de morir. Desde ya que esto se realizaba cuando estaba herido de muerte y convencido de que ya eran los últimos momentos de su vida.
De allí que originalmente el sentido de esta frase destaca a la persona que se humilla y se da por vencido en una contienda.
Si bien “morder el polvo” se considera una locución nacida de esta costumbre de la Edad Media, también se encuentran antecedentes de esto en la Antigüedad. Por ejemplo en “La Ilíada” el poema homérico datado para algunos en el siglo VI a.C. y para otros, en el VIII a.C., en algunos pasajes se relata que los héroes o guerreros caen en el polvo mordiéndolo. De lo que se puede inferir que esta caída o derrota es propia de quienes eran valientes en la batalla.
Cabe agregar que “Morder el polvo” tiene además algunas frases derivadas: “hacer morder el polvo” y “hacer morder el polvo a alguien”. En este caso la acción pasa no sobre la persona humillada sino sobre quien realiza el acto de derrotarla. Y además en este caso, se suma la decisión de vencer al otro y que por lo tanto se humille.
“Ya vas a morder el polvo –le dijo amenazadoramente el chico a su compañero de escuela que continuamente lo estaba molestando-”. Se refiere en este caso, a enfrentar a quien está molestando y se lo va a derrotar.
“Su jefe lo tuvo a maltraer durante todo un año, pero finalmente mordió el polvo cuando llegó un gerente que lo hizo lo mismo a él”. En este ejemplo, se usa con el sentido de alguien que es maltratado como lo hacía él con otros. La expresión está conjugada.
“Antes de llegar al extremo de tener que morder el polvo, es preferible no llevar a mayores un desacuerdo”. Aquí, se aplica a no llegar a pelear por no estar de acuerdo en algo.