El término sexo proviene del latín (ver sexo).
La palabra oral también tiene la misma procedencia: el latín (ver oral).
Clase: locución formada por un sustantivo, masculino, singular (sexo) y por un adjetivo, singular. En cuanto al género, todo adjetivo lo toma del sustantivo al que modifica. Sin embargo en este caso permanece invariable, sin tomar la desinencia propia del femenino en –a, o del masculino en –o, por terminar en –l (oral).
La definición de esta locución es la práctica sexual que consiste en contactar los genitales de uno de los miembros de la pareja con la boca del otro.
El sexo oral practicado al hombre se denomina felación, y el que se realiza a la mujer es llamado cunnilingus.
En alguna época esta práctica sexual ni se nombraba o se consideraba fuera de los cánones “morales”. Sólo circulaban comentarios en secreto entre amigos, en la pareja en la intimidad o en libros tan antiguos como el Kamasutra de otras culturas. Pero en Occidente el sexo era un tema muy controvertido y hasta tabú. Tanto que muchas veces los hombres no se animaban a conversar de este tema con su propia mujer y mucho menos proponerles ninguna práctica fuera de las reconocidas y supuestamente aceptadas socialmente.
En este sentido, ocurría también que todo aquello que esta fuera de ese coito convencional, se practicara fuera de las relaciones formales tales como noviazgo o matrimonio.
Hoy las cosas han cambiado y con los años se ha producido una gran apertura con respecto a este tema entre otros. Se sabe que en cuanto al sexo puede estar permitido todo en la medida en que al otro le agrade, lo haga convencido y sin obligación, ni presión psicológica o física y que no ponga en peligro su vida.
Por esta razón, el sexo oral es una posibilidad más de relacionarse con la pareja, y de que ambos gocen y permitan el goce del otro.
Así, la 3/4 partes de los hombres y las 2/3 partes de las mujeres reconocen que disfrutan del sexo oral y muchos de ellos que incluso lo prefieren para alcanzar el orgasmo.
Pero también puede suceder y es completamente normal que haya a quienes esta práctica no los satisface. En ese caso, ya no son necesarias máscaras, sobre todo y fundamentalmente en la intimidad y en vez de fingir o aceptarla, se puede ser fiel a sí mismo y negarse a realizarla.
No obstante y a pesar de que muchos hombres y mujeres confiesan que realizar el sexo oral es placentero en sí mismo, un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Oakland otra intención. A partir de realizado un cuestionario a 243 hombres que tenían una relación heterosexual, se descubrió que realizan cunnilingus con la intención de evitar el riesgo de infidelidad, más precisamente como una estrategia de retención de pareja. De esa forma satisfaciendo a su pareja esperan que la mujer no sienta atracción por otro, evitando así la infidelidad.
“Guiándose por lo aconsejado por el Kamasutra llevó a su novio al máximo éxtasis a través del sexo oral”. En este ejemplo, se usa con el sentido de los consejos al respecto que brinda ese libro.
“La mujer reconoció que por primera vez había tenido sexo oral y que había llegado al orgasmo con facilidad”. Se refiere en este caso, a una posibilidad de llegar al éxtasis.
“Debido a los problemas que tenía la pareja, la sexóloga les recomendó la práctica de sexo oral”. Aquí, se aplica a una recomendación ante ciertos problemas.