La palabra sal es originaria del latín. Procede de sal, salis con idéntico significado con el que llega al español. Esta palabra se vincula con la raíz indoeuropea *sal-.
“De” deriva del latín, señalando punto de partida, separación.
Baño, por su parte, proviene del latín. Balneum o balineum, balnii es un préstamo que el latín tomó del griego βαλανειον (pr. balaneion), palabra formada por el verbo βάλλω (pr. ballo) que significa arrojar, lanzar, disparar, tirar (en 1era persona singular presente del modo indicativo) y por ἀνία, ἀνίας (pr. anía, anías) con el concepto de fastidio, aburrimiento.
No obstante baño no proviene directamente de balneum sino de una forma vulgar baneum, *banium para luego convertirse en “ñ”.
Clase: frase nominal formada por un sustantivo femenino plural (sales); una preposición (de) y un sustantivo masculino singular (baño).
La definición de esta frase se refiere a ciertas sustancias que son inorgánicas y solubles en el agua y que se pueden añadir a ella para efectuarse un baño. Son de aplicación cosmética y en algunos casos se las considera benefactoras para la salud, inclusive existen casos en los que imitan las propiedades de las aguas termales.
Se denominan sales de baño por su parecido a los cristales que forman la sal común. Entre sus ingredientes se hallan el bicarbonato de sodio, el sesquicarbonato de sodio, bórax, sulfato de magnesio, citrato de sodio y el cloruro sódico. También pueden tener glicerina que no solamente es un producto para la belleza, sino también para la salud y que humecta y lubrica la piel.
Además de esos ingredientes, estas sales suelen tener colores y fragancias que justamente se esparcen gracias al poder de disolución de estas sustancias. Otros aditivos son los aceites que aglomeran las sales en gránulos llamados “cuentas de baño” o “cuentas de aceite de baño”; agentes efervescentes, espumantes, etc.
Su efecto se produce en parte por ósmosis que es el movimiento de un solvente a través de una membrana semipermeable, en este caso la piel, que permite su difusión. Por otro lado, los fosfatos por ejemplo, tienen acción exfoliante; así como también hay concentraciones que aumentan la flotabilidad y hacen que el cuerpo se sienta más ligero.
Su venta se realiza en cajas o bolsas o también en recipientes de vidrio para mostrar sus colores y consistencia.
Por otro lado, se llama también sales de baño a ciertas drogas sintéticas que tienen normalmente, catinonas sustitutas, con efectos parecidos a la cocaína y anfetamina. Se les da este nombre porque se las vende como si fueran aquellas sales, aunque en el envase se deja en claro que no son aptas para el consumo humano
Entre estas catinonas están la mefedrona que se halla de manera natural en Catha Edulis, que es una fanerógama de África oriental, siendo la planta con más propiedades psicoestimulantes conocidas hasta el momento.
Estas sales de baño se pueden inhalar, fumar, inyectar o tragar. No están muy investigadas pero los científicos creen que tienen un poder adictivo muy grande.
“Para relajarse luego de un día muy activo y estresante, va a colocar sales de baño en su bañera llena de agua”. En este ejemplo, se usa con el sentido de sales cosméticas.
“Las drogas denominadas sales de baño tuvieron una gran expansión entre 2009 y 2010 tanto en Estados Unidos como en Europa”. Se refiere en este caso, a las sustancias toxicológicas.
“No sabe por qué sales de baño decidirse ya que le gustan todas las fragancias y colores que le ofrecen”. Aquí, se aplica a su compra-venta.