Es común entre amigos, tanto entre argentinos como uruguayos, decir: “y… ahí sí, agarrate, Catalina”. Con esta frase se está diciendo que lo que hay que hacer o lo que se viene es de cuidado, que no es tan simple como se supone. Que se debe estar muy atento ante la situación que se presenta.
En Argentina actualmente no es de uso muy común aunque se la puede escuchar, sobre todo, entre personas adultas.
Clase: frase coloquial formada por un verbo pronominal de la primera conjugación, en segunda persona (vos) del imperativo (agarrarse) y por un sustantivo propio (Catalina).
La frase “agarrate, Catalina” tiene por definición frase coloquial mediante la cual se expresa a alguien que lo que va a realizar o emprender no es tan sencillo como cree. Inclusive puede estar manifestando que es probable que no se obtengan buenos resultados. La idea implícita en esta locución es que la persona esté alerta ante los tiempos difíciles que se aproximan.
Originaria del Río de la Plata, específicamente de Buenos Aires, Argentina, se ha expandido por todo este país y por el Uruguay donde inclusive se ha fundado una murga con este nombre. Nacida en 2001, debutó en el Carnaval del año 2003, y desde ese entonces consiguió el primer lugar del concurso de los años 2005, 2006, 2008 y 2011.
Teniendo como director a Yamandú Cardozo, los textos sobre los que realiza sus actuaciones son de su hermano Tabaré Cardozo y de Carlos Tanco. En la actualidad “Agarrate, Catalina” realiza giras tanto por Uruguay como por Argentina.
Pero el inicio de esta frase no está ligado con una murga, sino con el circo.
Se cuenta que en la década de 1940 había una familia de trapecistas que pertenecían a un circo que recorría los barrios porteños. Catalina era la más joven de las mujeres que habían muerto por accidentes fatales en el trapecio. Así había perdido a su bisabuela, abuela y madre. No obstante ella continuó siendo trapecista y hacía sus funciones en un circo de San Telmo (barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Para alertarla y animarla se dice que cuando salía a hacer su número, la gente le gritaba “Agarrate bien, Catalina”. Lo que con el tiempo se transformó en “Agarrate, Catalina”. Aclarando que tanto para los argentinos el verbo agarrarse es el sustituto de tomarse de algo. El argentino no se “toma” de una soga, “se agarra”.
Sin embargo, Catalina falleció en una de las funciones del circo, cuando tenía 25 años. Curiosamente no murió por un accidente de trapecio, sino por el impacto del hombre bala que salió del cañón y cayó en la carpa central.
Hay quienes sostienen que esta frase no tuvo este origen sino en la costumbre que tenía el famoso jockey argentino Leguizamo que corría con una yegua llamada supuestamente Catalina. Se cree que antes de cada carrera, le murmuraba “Agarrate, Catalina”, como una cábala para ganar.
“Muy seguro de ir a encarar a una bandita de muchachitos burlones, le dijo a su amigo: agarrate, Catalina que allá vamos”. Se refiere en este caso a alguien que decide encarar una situación de riesgo.
“-¿Vas a encararlo de una? Agarrate, Catalina entonces, porque es un loco”. En este ejemplo, se usa con el sentido de advertencia de que lo que va a hacer no es tan simple como cree.
“Agarrate, Catalina porque se vienen los hijos de tu primo”. Aquí, se aplica a que se prepare porque llegan niños muy traviesos.