Las luces del proscenio son las que se ubican en lo que se denomina corbata del proscenio, que está entre el lugar del apuntador y la anteescena.
Controvertidas para muchos iluminadores, con el tiempo fueron un complemento de la iluminación total de la escena.
Clase: construcción sustantiva formada por un sustantivo femenino plural (luces); una preposición (de) y un sustantivo masculino singular (proscenio).
En cuanto a definición de esta expresión se refiere a la iluminación llamada también batería, que se ubica delante del escenario, entre el público y los actores o en la parte del escenario que existe entre el telón de boca y la platea.
Específicamente se considera que la línea luminosa de las candilejas está comprendida entre la anteescena o proscenio avanzado y el tornavoz o sitio destinado al apuntador.
Ya desde la antigüedad, la luz fue el tema dentro del teatro, por eso tanto los griegos como los romanos hacían sus representaciones durante el día.
En la Edad Media con puestas en escena dentro de la Iglesia se usaba la luz filtrada por los vitrales y de velas dentro del templo.
Ya en el Renacimiento se continuaba con las representaciones en las iglesias y también en tablados con telón que se iluminaban con lámparas sencillas.
Con el tiempo comenzaron a usarse antorchas, velas y lámparas de aceite. Esto se fue complejizando cada vez más, creando verdaderas máquinas para ser usadas como iluminación.
No obstante Nicolo Sabbatini en 1638 publicó un manual de cómo utilizar las máquinas dentro del teatro y allí fue el primero en considerar que las luces del proscenio no eran adecuadas. Esto porque el humo del aceite iba hacia los actores y porque no se veía la escenografía desde la platea.
El mismo sistema de velas, antorchas y lámparas de aceite se siguió usando en el Barroco. Las luces del proscenio tenían espejos metálicos, que reflejaban la luz hacia la escena y que la evitaban sobre el público. Sin embargo estas luces seguían teniendo sus detractores que las consideraban antinaturales por iluminar desde abajo.
En 1800 se produjo la primera gran transformación de la iluminación con la introducción de la luz a gas. El teatro Lyceum incorporó en 1817 la primera iluminación a gas en el escenario. Cabe señalar que en un principio este tipo de lámparas se ubicar en bastidores, varas y como luces del proscenio.
Pero sin dudas la gran variante fue la introducción de la luz eléctrica, que comenzó tímidamente en algunas partes de las obras de teatro en 1849, para finalizar iluminándolo todo, incluso la sala.
Actualmente, con las nuevas tecnologías, se pueden programar ambientaciones para que luego puedan ser usadas las veces que se necesiten e inclusive modificarlas muy fácilmente a través de la computación.
Por su parte, la etimología de esta construcción es:
“Luz” proviene del latín. Procede de lux, lucis con el significado de luz.
“De” es una preposición originaria del latín y cuyo concepto es separación o punto de partida.
Batería.
“Ha sido muy comentada por la prensa las luces del proscenio que se colocaron en la puesta, ya que convirtieron a la escenografía en claramente onírica”. Se refiere en este caso a una disposición especial de estas luces.
“Las autoridades han dispuesto el cambio de las luces del proscenio del teatro municipal debido a que estaban muy deterioradas”. Aquí, se aplica a la renovación de las candilejas.
“Fue muy impactante la escena en la que el actor en su vibrante monólogo fue iluminado tenuemente por las luces del proscenio”. En este ejemplo, se usa con el sentido de su participación frente a un soliloquio.