Antimacasar es un tapete o paño que se utiliza en el respaldo de sillones y butacas para protegerlos de la suciedad. Actualmente, se suele ver en los vehículos de transporte de pasajeros. Aunque todavía hay quienes lo usan en el hogar para cubrir sillones y los apoyabrazos de los mismos.
Clase: sustantivo, masculino, singular.
La definición de esta palabra es paño, lienzo o tela que se pone en el respaldo de los asientos para resguardar la tapicería de la suciedad del pelo. También se coloca en los sillones y butacas de autobuses de larga distancia, trenes, aviones, etc.
Asimismo pueden ser colocados en los apoyabrazos de sillones.
El nombre de este tapete proviene de aceite de macasar que era una loción capilar que se empleaba en el siglo XIX, fundamentalmente en Inglaterra en la época victoriana. Desde 1840 a 1865 los hombres usaban el cabello menos largo, barbas en punta y grandes bigotes y patillas. Y para que los cabellos quedaran ordenados usaban aceite de oso o el bay rum. Pero sin dudas el más popular, después de 1860 y hasta finales de siglo fue el aceite de macasar.
Este aceite también llamado de kusum se conseguía de las semillas del Schleichera trijuga, arbusto originario de Oriente, cuyas pequeñas flores tienen un olor penetrante, intenso y delicado. Agregándosele aceite de coco, de palma y de las flores de ylang-ylang se terminaba de producir este aceite tan notorio en ese momento. Los avisos publicitarios de esa época aseguraban que esa loción fortalecía y hacía crecer el cabello, además de acondicionarlos y darle forma.
Esta loción, muy untuosa, obligó a las amas de casa a cubrir respaldos y brazos de las sillas con pañitos que absorbían las manchas que, de lo contrario quedaban en el tapizado. De allí el nombre de antimacasar.
Llegaron a convertirse en un verdadera obra de arte, elaborados con diseños que hacían juego con la tapicería o de lo muebles del salón. Podían confeccionarse en la casa, artesanalmente, o comprarlos. Los primeros, estaban tejidos al croché, eran rígidos y de color blanco.
En el presente, los antimacasares se utilizan en los medios de transporte de pasajeros tales como autobuses, ferrys, trenes, aviones. Su finalidad es evitar el roce del pelo sobre la tapicería. El material que se utiliza muchas veces es la friselina, que por ser barata y práctica, directamente se la puede descartar cuando está sucia. Aunque en algunos medios de transporte puede haber antimacasares de algodón que deben ser lavados con frecuencia.
En cuanto a su origen, término antimacasar está formado por dos raíces, una del griego y la otra de origen incierto. La primera es ἀντί (pr. antí) cuyo significado es lo opuesto, lo contrario. La segunda es macasar nombre con que se conoce en Europa a un aceite que se obtiene del arbusto Schleichera trijuga, originario de Birmania, Java e India.
“Apoyó su cuerpo en la butaca del avión y su cabeza en el antimacasar y se durmió profundamente antes de despegar”. Se refiere en este caso, al utilizado hoy en día en medios de transporte.
“En el Museo pudo ver expuestos algunos antimacasares que se conservaron de la época victoriana”. En este ejemplo, se usa con el sentido de los antiguos pañitos. El sustantivo está en plural.
“Le gusta ir a la casa de su bisabuela y sentarse en el viejo sillón que tiene un antimacasar tejido al crochet con un dibujo de un ave exótica”. Aquí, se aplica al concepto de confección artesanal.