El término hemorroides proviene del griego. Se origina en αιμορροις (pr. haimorrois), plural αιμορροιδες (pr.haimorroides) que proviene a su vez de αμορρους (pr.haimorrus) constituido por αἷμα (pr.haima -hema-) cuyo significado es sangre (hema) y por ρους (pr.rus) con el concepto de corriente.
Clase: sustantivo, femenino, plural (singular: hemorroide).
La Real Academia Española da como definición “tumoración en los márgenes del ano o en el tracto rectal, debido a varices de su correspondiente plexo venoso”.
Otra definición es “dilatación de las venas de la región anorectal causada por la alteración de la pared venosa, una hiperpresión abdominal (durante el embarazo, por tumores o quistes), el estreñimiento y la vida sedentaria” (Diccionario de Medicina Vox).
Hay tres tipos de acuerdo a su situación respecto al conducto anal:
Internas: si las venas que están afectadas se encuentran en la zona baja del recto, por encima del ano, y están cubiertas por mucosa.
Externas: si están ubicadas bajo la unión del ano con el recto.
Mixtas: si están afectadas tanto las venas de la zona baja del recto y a las que están en la unión del ano con el recto.
Almorranas.
“Para prevenir la aparición de hemorroides, el médico le ha recomendado hacer ejercicio tres veces por semana durante media hora”. Se refiere en este caso la dilatación de las venas de la región anorectal.
“No come alimentos sazonados con pimienta ni toma alcohol porque sufre de hemorroides”. En este ejemplo se usa en el sentido de afección hemorroidal.
“Cuando se enteró que la obesidad podía traerle, entre otros, problemas de hemorroides, comenzó un régimen estricto para bajar de peso”. Aquí se aplica refiriéndose a las várices rectales.