El término fajar procede del latín. Se origina en el verbo fascio, fascias, fasciare, fasciatum con idéntico significado con el que ha pasado al español. Verbo ligado al sustantivo fascia, fasciae que significa además venda, vendaje, cinta, banda.
En ambos casos la raíz fasc- se asocia con la indoeuropea *bhasko- cuyo concepto es haz, manojo.
Clase: verbo, infinitivo, 1era conjugación.
La definición de este verbo es ceñir o envolver con una faja algo o a alguien; envolver a un niño poniéndole un fajero.
En el primer caso puede referirse a envolverse con una tela especial alguna parte del cuerpo para inmovilizar una zona que se haya resentido por algún movimiento. O a la faja que se utiliza rodeando la cintura, dándole varias vueltas. En este sentido es ornamental y es una pieza de tela más larga que angosta, que es de seda y remata en borlas de oro, aunque antiguamente se llevaba sin borlas.
Igualmente rodeando la cintura existe la faja eclesiástica que ciñe la sotana y que cae en dos bordes con flecos. En este caso, el color determina la jerarquía. Así el Sumo Pontífice la lleva blanca; los Cardenales roja de seda moaré; los Obispos de color morado, entre otros.
Pero además de este significado que comparten todos los dialectos del español, existen significados particulares en cada región.
En América Central y Meridional y en Canarias es dar un golpe a una persona, pegarle.
En Cuba significa cuando se utiliza referido a un animal, abalanzarse sobre alguien. También tiene la acepción de ganarse a una persona para lograr algún objetivo. Tanto en Cuba como en Nicaragua se usa también para referirse a enamorar a una mujer con fines poco honestos y en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, la acción de pedir prestado dinero.
En México significa sobar.
En Colombia es hacer las cosas muy bien, con decoro. Y en dialecto paisa significa gastar bastante dinero para darse un gusto.
En Argentina y Uruguay se usa con el sinónimo de “clavar” término lunfardo para expresar que se ha cobrado en exceso una venta o un servicio.
En Argentina, también se utiliza en lunfardo para referirse a golpear a una persona, castigarla, o dos personas que se pegan mutuamente. En este caso se utiliza como pronominal.
También como verbo pronominal lo usan en Costa Rica, Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana con el sentido de dedicarse de manera intensa a un trabajo. Y en México, ante la situación de hacer frente a alguien, o de aceptar un reto.
Rodear, ajustar, vendar, ceñir; golpear, pegar.
Desajustar, desceñir, aflojar; inhibirse, separarse.
“Se torció la muñeca jugando al tenis, por eso se la han fajado para inmovilizársela durante una semana”. Se refiere en este caso, a colocar una faja o venda ceñida en una parte del cuerpo para inmovilizarla. El verbo está conjugado.
“Toda la familia decidió fajarse para llevar adelante la cosecha a tiempo”. En este ejemplo, se usa con el sentido de llevar adelante de manera intensa una tarea.
“El mozo entró corriendo al bar gritando que en la calle los dos pibes se están fajando de lo lindo”. Aquí, se aplica en lunfardo a dos muchachos que se están pegando mucho. El verbo está en gerundio integrando una frase verbal.