El término honradez proviene de honrado y éste proviene del latín. En efecto deriva del participio honoratus, honorata, honoratum del verbo honoro (ver honrar).
En español se le añade el sufijo –ez cuyo significado se relaciona con los sustantivos abstractos de cualidad.
De este modo, se puede considerar como el concepto etimológico de este vocablo la cualidad de quien es honrado, o sea justo e íntegro.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
La definición de esta palabra es la cualidad de honrado. Es decir: la manera de comportarse de la persona que cumple con su deber respetando las leyes, sin beneficiarse para sí ni beneficiando a otros de forma irregular.
También se puede definir como rectitud en el pensamiento e integridad en la acción.
Es una cualidad mediante la cual la persona es recta y así lo muestra porque es transparente.
Una persona honrada jamás aceptaría dinero que no sea ganado por medios lícitos, nunca estafa, nunca roba, nunca se queda con aquello que no es suyo. Por extensión, es un ser humano que no miente bajo ningún aspecto y por ninguna necesidad, siempre prefiere decir e ir con la verdad.
Hay que notar que este concepto es diferente de la honestidad, ya que en los últimos tiempos, es común que en español se las utilice como equivalentes, por influencia del inglés donde “honesty” significa los dos conceptos.
Se habla de alguien honesto cuando se hace referencia a un individuo decente, recatado; se habla de alguien honrado cuando se alude a quien es recto en su fuero interno, al que obra con integridad.
O sea, se puede ser una persona honrada en un cargo público y a la vez ser deshonesta porque moralmente lleva una vida desordenada. Si bien ambos valores deberían ir juntos, no siempre es así.
De este modo la honestidad es personal, en tanto que la honradez importa a la sociedad. Ser honrado es una obligación social ya que cumplir con las leyes y con las normas, nos permite una vinculación con los demás y una convivencia pacífica. En tanto la honestidad es una búsqueda íntima, personal. Tiene que ver con la necesidad interior de coherencia que por supuesto, se ve en el exterior.
Habiendo hecho esta diferenciación, cabe aclarar que en la práctica se ha generalizado el uso de una por la otra, lo que ha llevado a la Academia de la Lengua Española incluso, a aceptar la sinonimia de ambos vocablos dados por el uso lingüístico de parte de los hablantes.
Integridad, rectitud, sinceridad, honorabilidad, dignidad.
Corrupción, deslealtad, deshonra.
“Ha quedado en claro la honradez del Presidente al cumplir paso a paso lo que había prometido durante su campaña”. Se refiere en este caso a alguien coherente entre lo que dice y lo que hace.
“Ha sido noticia en todos los medios, la honradez del taxista que encontró un millón de dólares en su auto y buscó al dueño del maletín para entregárselos”. En este ejemplo, se usa con el sentido de alguien incapaz de quedarse con algo que no es suyo.
“Se les ha pedido a los inspectores de Hacienda la máxima honradez en el momento de aplicar los reglamentos”. Aquí, se aplica a no aceptar dádivas de quienes no están en regla.