La palabra conclusión proviene del latín: conclusio, conclusionis cuyo significado es acción de cerrar, bloqueo, fin, arte de terminar la frase o de expresar la idea en una frase redondeada, cláusula, período. Este término deriva del participio conclusum del verbo concludere formado por cum (con) más el verbo claudere (cerrar, interceptar, impedir, terminar). De aquí proviene el concepto primero de este vocablo como acción y efecto (-ción) de terminar o cerrar.
Clase: sustantivo, femenino y singular.
Basándose en la etimología se puede considerar como primera definición la acción y la consecuencia de concluir algo. Entendiendo por concluir, terminar o cerrar algo; deducir una verdad a partir de otras que se presuponen o se aceptan; disponer sobre algo que se ha tratado.
Otras definiciones posibles para este vocablo son el acto de terminar algo; el resultado que se toma una vez que se ha analizado una determinada situación y que lleva muchas veces, a tomar una decisión.
Dentro del ámbito del derecho también se utiliza con el sentido de cada una de las afirmaciones que se encuentran en un escrito de calificación penal.
En filosofía señala la proposición que hay que probar y que se deduce de las premisas.
Existe una acepción además, en la que se utiliza para designar el apogeo o momento cumbre de un hecho.
Acompañando a la preposición “en” conforma la locución adverbial cuyo significado es “en suma, por último, finalmente”.
Término, culminación, resultado, meta, deducción.
Principio, origen, génesis, causa, inicio.
“No han tenido otra posibilidad que aceptar la conclusión del jurado”. En este caso su uso está referido a resolución.
“Teniendo en cuenta las hipótesis de las que se ha partido, se ha arribado a una conclusión universal para la materia tratada”. Aquí se emplea con el sentido filosófico de deducción.
“Por más que han intentado subsanar las diferencias, no han podido evitar la conclusión de la sociedad”. En este ejemplo se aplica con la acepción de final o terminación.