Se realiza una “defensa numantina” cuando alguien se mantiene en una posición de defensa hasta llegar al límite.
Esto es lo que comúnmente se puede denominar como no bajar la cabeza, no entregarse y seguir manteniéndose en su perspectiva y enfoque con tenacidad.
Clase: frase popular formada por un sustantivo femenino singular (defensa) y por un adjetivo femenino singular (numantina).
En cuanto a definición de “defensa numantina”, frase popular propia de España es la defensa obstinada y firme de una posición o convencimiento ante una determinada crítica o ataque. Esta defensa puede ser verbal o de acción. Esto es preservarse a partir de un discurso o simplemente actuar, inclusive atrincherándose, para no ser avasallado.
Por supuesto que este concepto aparece desgajado fundamentalmente del adjetivo numantino que se utiliza para designar a quien es valiente y que resiste con tenacidad cualquier embate.
Por lo tanto, cuando se habla de “defensa numantina” se está haciendo referencia implícitamente a no permitir que gane el miedo ni la inseguridad en lo que se cree, se piensa o se está haciendo y seguir firme en su posición. Claro que a veces, esto puede llevar a situaciones extremas, incluso desesperadas.
Y en realidad, esa desesperación está planteada en el origen de esta frase. Ya que ha aparecido a partir de un hecho histórico: las guerras de Numancia.
Numancia, antigua ciudad celtíbera, se encontraba en Garray, sobre el cerro de Muela, y entre 153 a.C. y 133 a.C. sufrió continuos ataques romanos.
Sin embargo siempre la ciudad se defendía, y a Roma le costaba realmente vencer la resistencia de este pueblo. Fue así que finalmente el Senado romano pidió a Publio Cornelio Escipión Emiliano, llamado también “Africano el Menor” (185-129 a.C.), ya conquistador de Cartagena, que se encargara de dirigir un ejército para que Numancia se rindiera al Imperio romano.
Fue así que Publico Escipión Emiliano decidió derrotarlos mediante el hambre. Concretamente sitió Numancia con un foso, luego una empalizada y detrás de ambos construyó una muralla de piedra de nueve kilómetros de perímetro. Del otro lado se afincaron los campamentos de su ejército que se dice, que eran unos 60.000 hombres. Estos guerreros tenían ballestas, carros, torres de combate y catapultas. O sea contaban con todo el armamento para derrotar a los sitiados.
Los numantinos intentaron romper el cerco pero nunca lo consiguieron. Y luego de once meses de asedio, la ciudad quedó diezmada por el hambre y las enfermedades en el verano del año 133 a.C. Pero los sitiados prefirieron el suicidio a caer en manos de los romanos y convertirse en esclavos. Inclusive llegaron a incendiar la ciudad, de modo que cuando Escipión entró en ella, solo encontró un panorama desolador y algunos pocos sobrevivientes que fueron vendidos como esclavos.
“El equipo visitante, último en la tabla de posiciones, ejerció una defensa numantina ante el equipo goleador del campeonato”. Aquí, se aplica a una acción de defenderse, evitando ser derrotado por un equipo superior.
“Cuando la pequeña fue acusada de haber hecho algo mal, hizo una defensa numantina de por qué creía que lo hecho estaba bien”. Se refiere en este caso, a un discurso sólido frente a quienes realizan una acusación.
“Solo ante los demás integrantes de la mesa redonda, hizo una defensa numantina del derecho al aborto”. En este ejemplo, se usa con el sentido de defender una posición ideológica frente a quienes se oponen a ella.