¿Qué es el horno no está para bollos?

Definición de el horno no está para bollos

En cuanto a la definición de esta locución originaria de España, es: no ser el momento oportuno o conveniente para llevar adelante o hacer algo.

Es de alguna manera aconsejar a quien se le está diciendo esta frase que no es la ocasión para pedir un favor, hacer una broma, o un comentario. Se supone que existe una situación tensa y difícil y que no conviene forzar nada que pueda agravar o complicar más las cosas.

En el caso de Argentina y también México “el horno no está para bollos”, es un poco más específico en su significado refiriéndose a alguien que ha perdido la paciencia o está enojado por alguna cuestión y por eso, es mejor no molestarlo con nada en ese instante.

Así si un chico ha traído un aplazo en el boletín, y sus padres se han enojado mucho, evidentemente “el horno no está para bollos” para pedirle permiso para salir con sus amigos a bailar.

Esta expresión es, en realidad, una comparación gastronómica. Ya que se ha comprobado que el bollo al que se hace referencia era un tipo de panecillo dulce que se elaboraba con harina y azúcar y que se horneaba en circunstancias muy particulares o especiales. Esto es no era algo común. Para lograr que la cocción fuera la adecuada y que los bollos salieran perfectos, el horno debía tener una temperatura específica. De esta manera no se podían cocinar en cualquier momento, sino en el exacto que garantizara que los panecillos salieran correctamente.

De allí que se pueda decir que cuando se considera que “el horno no está para bollos” es que es la situación o el estado de ánimo de una persona no están para recibir algo extraordinario y especial como los bollos, sino solamente para el pan, que es lo habitual.

Sinónimos de el horno no está para bollos

No está el horno para tortas (España); el palo no está para cucharas (México); el palo no está para cucharón (México).

Ejemplos de uso y frases

“Su padre ha discutido muy fuerte con su madre, por eso la chica sabe que el horno no está para bollos y prefiere no pedirle nada a ninguno de los dos”. En este ejemplo, se usa con el sentido de una circunstancia poco propicia para solicitar algo.

“Está muy nervioso y enojado porque se le ha roto el motor del coche en el medio de una ruta desolada, por eso sus amigos que lo acompañan no dicen ni una palabra porque saben que el horno no está para bollos”. Aquí, se aplica a alguien muy enojado.

 “El horno no está para bollos, le dijo su compañero, para que no pida el aumento de sueldo justo cuando habían bajado las acciones de la empresa”. Se refiere en este caso a no realizar un pedido en un momento de malestar económico.