La palabra estructuralismo es un neologismo formado a partir del latín. Deriva del sustantivo structura, structurae (ver estructura).
A la base structur- se le añade el sufijo –alis que señala pertenencia, relación; y se le suma el sufijo –ismus que proviene del griego -ισμος (pr. ismos) cuyo significado es actividad, doctrina o sistema.
De lo anterior, se infiere que el concepto etimológico de este término es la doctrina o sistema relacionado con la construcción o disposición de algo.
Clase: sustantivo, masculino, singular.
En cuanto a la definición de este término es aquella teoría y metodología científica que parte de la hipótesis de que todos los datos que se analizan forman una estructura o sistema de interrelaciones.
Es un enfoque de las ciencias humanas que fue creciendo hasta convertirse en uno de los métodos más usados, en la segunda mitad del siglo XX, para el análisis del lenguaje, la cultura y la sociedad.
Para la Filosofía es la teoría general del conocimiento que se caracteriza por la búsqueda de determinadas estructuras en cada ámbito de actuación y por comprender a todo objeto de estudio como un todo cuyas partes se relacionan entre sí y con ese todo.
Para la Lingüística es la teoría que concibe a las lenguas humanas como estructuras o totalidad y cuyos elementos mantienen relaciones solidarias entre sí.
Justamente este movimiento europeo nace a partir de Ferdinand de Saussure. Si bien en su Curso de lingüística general que data de 1916 no utilizó el término estructuralismo, se lo considera su iniciador.
De Saussure considera a la lengua como un sistema de signos que tiene un carácter abstracto y que por ello está por encima de las manifestaciones concretas.
Debido al desarrollo de esos conceptos y a su discusión nacieron de allí diversas escuelas tales como el Círculo de Praga y el de Copenhague. También las tendencias mentalista y conductista que se sintetizaron luego en la teoría de la gramática generativa transformacional.
Además de Ferdinand de Saussure está la figura del antropólogo francés Claude Lévi-Strauss que desarrolló el concepto de teoría cultural como un sistema. Así postuló que las culturas, como las lenguas, pueden ser consideradas como un sistema de signos y se pueden analizar teniendo en cuenta las relaciones estructurales entre los elementos que la conforman.
La Sociología estructuralista se origina en los trabajos de Lévi-Strauss intentando descubrir la coherencia interna de los fenómenos analizados que aparentan ser arbitrarios o explicados de forma insatisfactoria en las sociedades primitivas.
Mediante este método se construyen modelos matemáticos o lógicos que reflejan las leyes internas de una organización social. Entendiendo, a su vez, a ésta como un sistema de relaciones dentro del cual si se modifica uno de sus elementos, se producen automáticamente modificaciones en todos los demás. Esto implica la concepción de que los diferentes elementos no son independientes, eliminando su característica cualitativa y de ese modo reduciéndolos a operaciones.
“Sin dudas Lévi-Strauss tiene un lugar preeminente dentro del estructuralismo antropológico basado en sus estudios, expediciones y escritos”. En este ejemplo, se usa referido a uno de los exponentes de esta escuela en el área de la antropología.
“Para su examen de Historia de la Lingüística está estudiando el nacimiento y el desarrollo del estructuralismo”. Aquí, se aplica a la historia en el ámbito de la lingüística.
“Uno de los aportes más significativos del estructuralismo de la Escuela de Praga fue el método de conmutación”. Se refiere en esta oración a uno de los fundamentos de esta escuela lingüística.