Cuando se escucha que alguien sugiere “hacer algo de cayetano”, es la certeza absoluta que se trata de un argentino. Esta frase que nace a partir del lunfardo rioplatense se utiliza muy a menudo entre amigos y en confianza para decir que lo que se va a hacer es en silencio, sin que nadie se entere.
Clase: frase coloquial formada por un verbo en infinitivo (hacer); un pronombre indefinido (algo); una preposición (de) y un sustantivo masculino (Cayetano).
La definición correspondiente de “hacer algo de cayetano”, frase coloquial típica Argentina, es hacer algo sin decir nada a nadie, callado, en silencio. Es la sugerencia de no dar detalles a nadie para que no sepan lo que se va a hacer.
Muchas veces tiene que ver con prohibiciones latentes o explícitas. De este modo si un padre le dice a su hijo que no va a salir el viernes porque no le ha ido bien en la escuela, puede ocurrir que el chico salga igual “de cayetano”. Sin decir nada, sin que nadie se dé cuenta, termina yéndose con sus amigos. Claro que lo que sucederá después, es otro tema.
En realidad esta frase se origina en el lunfardo. A la formación de esta jerga propia del Río de la Plata, fundamentalmente la ciudad de Buenos Aires y su conurbano, también contribuyó en algo la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe y Uruguay, un país con muchas costumbres similares a la Argentina. El lunfa, como se lo llama abreviadamente, aparece hacia la segunda mitad del siglo XIX debido a la gran cantidad de inmigrantes que llegaron a Argentina. Y en él conviven palabras de origen español, italiano, sobre todo; gauchescas, indígenas y africanas. Si bien se inició como jerga carcelaria pronto se difundió a partir del tango.
En lunfardo, cayetano no tiene nada que ver con el nombre de una persona ni siquiera con el del santo, por eso no se escribe con mayúsculas. Es una forma que aparece a partir del verbo callar. Como en Argentina la “ll” se pronuncia “shé” o “yé”, se transformó el “cayado” en “cayetano”, un sustituto que permitía que quien no estuviera al tanto no supiera qué es lo que se estaba proponiendo.
Por eso para el lunfardo cayetano o cayetana es una persona callada. Y la expresión adverbial “de cayetano” es calladito, silenciosamente, disimuladamente.
De este modo, si un argentino sugiere “hacer algo de cayetano” es que está pidiendo complicidad para realizar algo en silencio, sin armar alboroto, con un muy bajo perfil.
Hacer algo sin levantar la perdiz (Argentina).
“El chico invitó a su amigo a hacer algo de cayetano: ir a la alacena de la cocina y bajar la caja de chocolates que su tío trajo de Suiza”. Aquí, se aplica a hacer algo en complicidad y sin que nadie lo sepa.
“Nadie se esperaba que hiciera algo de cayetano como casarse en Miami sin avisar siquiera a su familia”. Se refiere en este caso a casarse sin participar a ninguna persona. La expresión está conjugada.
“El hombre dijo, como si fuera una clase magistral de conducta, que para hacer algo de cayetano como lo está haciendo él, hay que tener clase”. En este ejemplo, se usa con el sentido de una persona que se enorgullece de hacer algo de manera oculta.