La imantación es la acción y la consecuencia de imantar un cuerpo. Cuando se habla de imantar se está haciendo referencia a dar las propiedades magnéticas al hierro o al acero o a algún cuerpo de cobalto, níquel u otro metal.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
La definición de este término, es la densidad de momentos magnéticos dipolares que se inducen en un determinado material magnético cuando se coloca cerca de un imán. En otros términos es el procedimiento mediante el cual se le dan propiedades magnéticas a una barra de hierro o acero.
Generalmente, este proceso de magnetización se da cuando se asigna a un cuerpo un campo magnético. También hay que destacar que en los materiales denominados ferromagnéticos, la imantación puede llegar a valores altos. Y aparecer aun cuando no exista un campo externo que la produzca.
A partir de esto la pregunta que se puede realizar es por qué algunos materiales pueden imantarse y otros no. Y esto se explica a través de la mecánica cuántica. Se debe a que las propiedades magnéticas de los materiales se asocian a los spines en sus átomos o moléculas.
De este modo el hierro, el cobalto, el níquel, y algunas tierras como disprosio, o gadolinio, tienen un comportamiento único. Este comportamiento se denomina ferromagnetismo.
Estos materiales tienen un ordenamiento de largo alcance a nivel atómico que genera que los giros (spines) de los electrones que no están apareados se alineen de forma paralela entre sí en un dominio. En este, el campo magnético es intenso, pero normalmente el material no se magnetiza porque los dominios están aleatoriamente orientados uno con respecto al otro.
Así el campo magnético impulsor se aumentará por un gran factor que se denomina como una permeabilidad relativa con respecto al material.
Existen varios métodos, entre ellos se pueden encontrar:
-la inducción mediante la cual cerca de un imán con una potencia importante se ponen barras de hierro o acero.
–el frotamiento a través del cual se frota uno de las extremidades del acero o del hierro contra uno de los polos del imán, y la otra extremidad con el otro polo.
-la corriente eléctrica que se emplea en un cable de acero que se enrolla alrededor de un trozo de hierro. A esto se lo llama bobina y origina de esta manera un electroimán.
La palabra imantación deriva de imán y éste es un vocablo derivado del francés que se utiliza en español (galicismo). Proviene del antiguo francés en donde en primer lugar tuvo la forma “aiemant”. Posteriormente “aïmant” hasta llegar a la forma actual que es “aimant”, como sustantivo. Ya que como adjetivo “aimant” es un adjetivo derivado de aimer cuyo significado es amar.
Esa forma aimant a su vez se origina en el latín adamas, adamantis que significa diamante, metal duro.
Para la formación del sustantivo se le agrega el sufijo -ción derivado de -tio(n) que indica acción y efecto.
De este modo el concepto etimológico de este vocablo es la acción y efecto de imantar.
Magnetización; polarización magnética.
“Gracias al procedimiento de imantación, la costurera recogió los alfileres que se le habían caído al piso con un imán”. En esta oración, se usa con el sentido de un ejemplo práctico de magnetización.
“Para probar la fuerza de atracción de la imantación, separó la barrita de hierro del imán que tenía en su mano”. Se refiere en este caso a una experiencia de este fenómeno.
“Una corriente eléctrica produjo la imantación de la bobina de acero”. Aquí, se aplica a una de las maneras de imantar.