¿Qué es irse al humo?

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“Irse al humo” es una frase que de manera literal nació del fuego y del humo. Pero en la actualidad refleja a quien, veloz y directamente encara a una persona para pedirle explicaciones por algo que le dijo o le hizo. Aunque también puede ocurrir que se vaya al humo con el fin de “irse a las manos” o sea, pegarle.

Con un concepto menos drástico también se utiliza esta expresión para dar cuenta de alguien que sin pensar, y de manera vertiginosa se lanza en busca de algo que le interesa sea otra persona, una comida, un objeto. Lo que importa en ese caso es que esa persona no se quiere perder la oportunidad que tiene enfrente.

Clase: frase coloquial formada por un verbo pronominal de tercera conjugación en infinitivo (irse); una contracción (al) y un sustantivo masculino singular (humo).



Definición de irse al humo



La definición de “irse al humo”, frase coloquial propia de Argentina es dirigirse hacia una persona directa y rápidamente para pedirle explicaciones o para atacarla. Pero también tiene el significado de lanzarse atropelladamente en busca de algo o procurando alguna cosa.

Alguien se puede ir al humo cuando ve alguna injusticia e increpa a quien la está cometiendo. O cuando se recibe alguna agresión y la persona agredida inmediatamente encara al agresor.

Pero también se puede utilizar esta expresión, por ejemplo, si alguien va hacia la mesa con una bandeja de masas y alguna persona o varias se van al humo para elegir las mejores.

El origen de esta frase se vincula con la literatura argentina y específicamente con los indígenas y el gaucho.

Así la primera versión sostiene que en “La vuelta de Martín Fierro” –segunda parte del poema gauchesco- se hace referencia a la señal del humo o “humito” como lo llama José Hernández que se hacían entre las tribus para llamarse a combatir en malón.

Cabe aclarar que el malón fue una táctica militar de muchos pueblos indígenas de la actual Argentina y Chile. Esa operativa consistía en un ataque sorpresivo y rápido de una gran cantidad de guerreros a caballo contra un enemigo que podían ser otros indígenas o lo más común: poblaciones, fortines y estancias de los “huincas” –término mapuche con el que se llamó a los conquistadores españoles y a sus descendientes-. En estos ataques se hacían de provisiones, ganado y de prisioneros sobre todo niños y mujeres.

La segunda versión del origen de “irse al humo” se encuentra en el libro “Una excursión a los indios ranqueles” de Lucio V. Mansilla, donde se menciona que al hombre de las pampas lo traicionaba el fuego y el humo. Ya que cualquier fogata mal apagada o la pólvora que se desprendía de sus fusiles eran suficientes para que las boleadoras y lanzas de los indígenas fueran hacia la humareda.

Antónimos de irse al humo

Irse al mazo; irse a baraja; arrugar.

Ejemplos de uso y frases

“Es un hombre muy irascible por eso cuando alguien lo mira mal o le contesta no muy amablemente es de irse al humo enseguida”. Aquí, se aplica a una persona que reacciona rápidamente buscando pelea.

“Cuando traen helado a la mesa, no le importa nada y se va al humo por la primer porción”. Se refiere en este caso, a quien se precipita sobre algo que le gusta. La expresión está conjugada.

 “No es de irse al humo, es más bien una persona tranquila que escucha las razones del otro y comprende”. En este ejemplo, se usa con el sentido de alguien que es paciente y comprensivo.