La palabra “no” proviene del latín. Procede del adverbio “non” que significa “ni una cosa”. La raíz non está relacionada con la indoeuropea *ne- cuyo significado es no, negación.
El término supurante se desprende de supurar y este se origina en el latín. Deriva de suppuro, suppuras, suppurare, suppurare, suppuratum verbo que está formado por el prefijo sub- que significa por debajo, desde abajo hacia arriba y por pus, puris que significa humor, pus.
A esa base se le añade el sufijo –ante procedente del -nt- latino que indica agente.
Por ello su concepto etimológico es lo que supura.
Clase: frase formada por un adverbio de negación (no) y un adjetivo, neutro o invariable por finalizar en -e y singular (supurante).
La definición correspondiente a esta locución es todo aquello que no está en estado de supuración, que no supura o hace supurar. Definiendo a supurar como formarse o echar pus una herida o un grano.
Tanto en un caso como en otro, el hecho de que se vuelvan no supurantes es que no exista pus, que es un líquido de color amarillento y consistencia espesa que está formado por suero, células muertas, leucocitos llamados en este caso polinucleares neutrófilos, colesterol y glucosa. Este líquido se segrega debido a la presencia de una infección y los microorganismos que lo producen se denominan piogénicos.
En el caso de un grano, forúnculo o abceso se trata de una infección superficial, en tanto es profunda cuando está comprometida la zona de un órgano. El tratamiento siempre consiste en limpiar la herida, desinfectarla extrayendo el pus.
Cuando existe una herida superficial es fácil conseguir que se convierta en no supurante. Con una buena higiene consistente en lavar con jabón sin aditamentos cosméticos, preferentemente pan de jabón de lavado de ropa, la zona para sacarle la tierra o suciedad. Luego aplicar yodo o alcohol refinado como desinfección, cubriendo la herida si es necesario con un Band Aid, apósito o curita.
Si existe ya una infección se recomienda el tratamiento con solución salina o suero con el cual se elimina el pus y limpiando toda la herida, luego de lo cual se puede aplicar yodo. No obstante, de acuerdo con el caso, se puede completar el tratamiento con antibióticos bajo la guía de un profesional médico.
En cambio si las heridas supurantes son producto de una intervención quirúrgica ya se debe realizar una consulta. Puesto que puede estar indicando que existe una infección más profunda dentro del organismo. En cuyo caso puede necesitarse que se abra la herida, limpiarla y dejarla en parte abierta para que continúe drenándose el pus que se halla en el interior. Luego de que se garantice de que la zona se ha convertido en no supurante, se puede proceder a suturar.
“A pesar de que la mordedura del animal ha sido profunda, gracias a la rápida higiene y tratamiento se convirtió en no supurante”. En este ejemplo, se usa con el sentido de evitar la supuración.
“Para conseguir que la herida cicatrice y se vuelva no supurante ha aplicado diariamente con una gasa, agua oxigenada y alcohol iodado”. Se refiere en este caso, a una forma de curación.
“Es fundamental en un postoperatorio observar que las cicatrices y todo el proceso sea no supurante ya que lo contrario indica infección”. Aquí, se aplica a la cura final de una operación quirúrgica.