El término odio deriva del latín. Proviene de odium, odii, cuyo significado es conducta detestable, aversión.
La raíz del vocablo latino se origina en la raíz indoeuropea *od-2- que tiene por concepto odiar.
Clase: sustantivo, masculino, singular.
En cuanto a la definición de esta palabra es, en primer lugar, sentimiento de repulsión o inquina hacia alguien que se acompaña normalmente con un deseo de que le ocurra algún daño o de causarle daño.
Y es que cuando una persona odia, es tomada por un sentimiento muy fuerte que ciega todo y en lo único que se piensa es en ver al otro sufrir. Muchos lo desean, y otros lo realizan a través de insultos o también de agresiones físicas.
Este sentimiento puede convertirse en una especie de obsesión que lleva a quien lo siente, a estar pendiente de la persona odiada, y ver la posibilidad de hacerla sufrir como sufre él en la actualidad. Aquí, el odio se ha transformado en venganza.
Y alguien puede vengarse por sentirse herido, traicionado, y porque en algún lugar, tenía una expectativa con respecto a la otra persona que ésta no cumplió. Más todavía, hizo todo lo contrario de lo que se esperaba de ella.
Muchos consideran que lo contrario a este sentimiento es el amor; otros, la indiferencia. Lo cierto es que quien siente odio no lo siente solamente por la otra persona sino también por sí mismo. Odia haberse entregado y confiado en quien no lo merecía, y por eso mismo también se odia a sí mismo.
Desde tiempos inmemoriales, las religiones y las filosofías recomiendan perdonar, que es la manera en que realmente la herida que se ha producido pueda ser sanada. Odiar solamente ahonda más el dolor, vuelve a la persona desconfiada, negativa. Y en definitiva, quien más sufre es el que odia, porque muchas veces la persona odiada, ni se ha enterado del cataclismo emocional que ha desencadenado en el otro y del que ese otro es responsable. Porque cada persona es responsable de lo que siente, al margen de los demás.
En segundo lugar, también significa repugnancia violenta hacia un objeto, animal o persona que hace que no se lo pueda soportar.
En el caso, de odiar objetos o cosas, normalmente se debe a que están asociados a alguna persona a quien se aborrece o a alguna situación que se quiere hacer desaparecer de los recuerdos por el dolor que produce.
Cuando se habla de animales, habitualmente, se odia a un animal porque se le teme. En muchas ocasiones, esto se debe a desconocer lo que realmente el animal puede llegar a hacer o simplemente el miedo a la muerte que pueda, supuestamente, producir.
Asimismo, suele utilizar con un sentido hiperbólico.
Rencor, aversión, aborrecimiento, animadversión, inquina.
Amor, afecto, cariño.
“Siente odio por todo aquello que le recuerda su desgraciada infancia”. Aquí, se aplica en un sentido hiperbólico.
“La odió tanto durante toda su vida, sin embargo unas horas antes de su muerte, ese odio se transformó en un profundo amor”. Se refiere en este caso, a alguien que finalmente puede revertir ese sentimiento.
“Siente un hondo odio por todas las arañas, porque es el animal que más la asusta”. En este ejemplo, se usa con el sentido de odiar por miedo a algo.