Se dice que quien se sienta en una poltrona es para soñar o dejarse llevar por la poltronería o sea para quien es un poltrón o vago. Será por eso que antiguamente se hablaba de que alguien se apoltronaba en un sillón o sofá cuando se dejaba caer en él cómodamente para quedarse allí por horas.
Seguramente ese verbo está vinculado con este sillón cuya amplitud supone que se puede descansar en él tan plácidamente que no dan ganas de levantarse de él.
Clase: sustantivo femenino singular.
Con respecto a la definición de esta palabra es: butaca o sillón amplio, cómodo, con un respaldo bajo acolchado y un almohadón o cojín sobre el asiento. Algunos modelos pueden tener apoyabrazos también más bajo que lo común, aunque otros modelos ni lo tienen.
A lo largo de los siglos fue cambiando su diseño. Así en el reinado de Luis XV fue abombada, más tarde con Luis XVI tuvo un respaldo derecho y en el siglo XIX se redujeron sus dimensiones.
Existen diferentes tipos de poltronas:
-las de orejas que es la más común. Las orejas son las salientes del respaldo que avanzan hacia el frente por los laterales.
-María Antonieta que no tiene orejas y posee un respaldo con una ligera curva.
-lambrequín cuyo respaldo tiene una forma de cruz que sobresale.
-Pompadour o Mongolfière que tiene un respaldo redondeado y un lateral curvado con apoyabrazos. Normalmente sobre el respaldo se colocan almohadones o cojines tapizados con el motivo del resto de la butaca.
-góndola con un respaldo redondo sin orejas y sin apoyabrazos. Esta es quizá la más diferente de todas en su diseño ya que su respaldo redondo continúa hacia el asiento que a su vez se hunde en el centro. Esto permite que la persona se pueda sentar en el medio cómodamente y protegida por el resto del asiento. Normalmente tiene una base de metal redonda de donde sale un tubo que se inserta en un disco redondo también de metal que está adosado a la parte central del asiento.
Asimismo hay otro significado correspondiente a esta palabra, con un sentido despectivo, que se refiere al cargo que otorga poder a quien lo exhibe. Quizá derivado justamente del concepto anterior, en el sentido de estar sentado en un lugar muy cómodo.
Esta palabra proviene del italiano. En efecto deriva de poltrone con el significado de encamado, palabra que se origina en poltro que antiguamente designaba a la cama. Esta palabra procede a su vez del latín pullitrus que tiene por concepto cría de caballo.
Butacón, silla poltrona; cargo, empleo, puesto.
“Eligió para la sala de espera de su consultorio una poltrona cuadrada tradicional forrada con cuero ecológico”. En este ejemplo, se usa con el sentido de butaca.
“Gran parte del pueblo se opone a las medidas de su presidencia, sin embargo el mandatario no deja su poltrona”. Aquí, se aplica a quien no deja su puesto de poder.
“No le gustan las poltronas porque tienen el respaldo muy bajo y no le resultan cómodas”. Se refiere en este caso a las deficiencias de este modelo de sillón.