¿Qué es tocayo?

tocayo

La palabra tocayo tiene un origen controvertido. Por una parte, se cree que proviene del latín de la fórmula empleada en la ceremonia del matrimonio romano: ubi tu Caius, ibi ego Caia, “donde tú eres Cayo, ahí yo soy Caya”. Esto sería como “donde tú serás llamado Cayo, a mí me llamarán Caya, en donde tú mandarás, mandaré yo, tú y yo seremos iguales en la casa… seremos tocayos”.

El otro origen que se le asigna, al que muchos lingüistas adhieren, es la procedencia del náhuatl (macro lengua uto-azteca). Proviene del verbo caytl cuyo significado es nombrar o llamar. Por su parte, la partícula “to” es el pronombre de la primera persona del plural. Se cree que debido a la dificultad de los españoles en pronunciar la terminación “tl” original antepusieron una “o”, (cayotl). En este caso, su concepto etimológico es “nos llamamos” (tocayotl)

Clase: sustantivo, masculino / femenino –a, singular.



Definición de tocayo



Para la Real Academia Española su definición es “respecto de una persona, otra que tiene su mismo nombre”.

Existe en la sociedad actual, una curiosidad por este fenómeno que se puede ver en publicaciones, o blogs en internet sobre este tema, sobre todo cuando uno de los involucrados es alguien famoso. Para certificarlo es muy importante para quien “porta” el nombre del famoso, mostrar su documento de identidad.

tocayo

Por supuesto que no es lo mismo ser el homónimo de Lionel Messi, o de Milán Piqué, (hijo de Shakira y de Piqué), teniendo la misma edad; que cuando ocurre con un personaje con un peso histórico como puede ser Domingo Faustino Sarmiento, o Simón Bolívar.

También puede ocurrir que sean dos personas contemporáneas con diferentes profesiones y edades.

Sinónimos de tocayo

Homónimo.

Ejemplos de uso y frases

“No se sabe si por tener el mismo nombre o porque le gustaba la literatura, se dedicó a escribir relatos de ciencia ficción, pero no le fue tan bien como a su tocayo Isaac Asimov.”. Se refiere en este caso, a alguien que quiere imitar por nombre y profesión a un escritor famoso pero no lo consigue.

“A lo largo de sus encuentros matinales fueron encontrando muchos gustos coincidentes hasta llegar a enterarse que eran tocayas: ambas se llamaban Inés”. En este ejemplo, se usa con el sentido del encuentro y coincidencia con alguien homónimo.

“Nunca le gustó llamarse Francisco y ser tocayo de su padre; por eso ni bien pudo comenzó a presentarse como Fran”. Aquí, se aplica a quien tiene el mismo nombre que su progenitor.