La alteridad hace referencia a lo que es diferente de uno, ya que desde su etimología significa “el otro”. Puede ser vista desde la filosofía, la ética, la antropología y la política.
Clase: sustantivo femenino singular.
La definición de alteridad es la capacidad de poder trascender la propia visión del mundo. Y ver a los demás seres humanos desde diferentes perspectivas comenzando por el conocimiento y reconocimiento de su dignidad intrínseca.
Este es el concepto que acuña el filósofo francés Emmanuel Lévinas (1906-1995), para utilizarlo en numerosos ensayos publicados.
A través de esta disposición el individuo puede comprender mejor a los semejantes y aceptarlos a pesar de las diferencias. De esta manera se crea un entorno de respeto, diálogo y colaboración. Y se busca una convivencia social basada en el respeto de la persona en sí.
Esto conlleva al respeto a sí mismo y al otro y viceversa. Ya que cada persona dará un trato al otro similar al que procura para sí mismo.
A través de su planteo Lévinas rompe el esquema sujeto-objeto y construye el esquema yo-otro, donde existe una descentralización del yo. Y también de la conciencia en el sentido en que yo me debo al otro y el otro a mí. De esta manera se llega a la trascendencia no del dominio del otro, sino del respeto al otro. Llegándose a esto a partir de pensar no en el ser sino el otro.
-Aplicada a la teoría política, aplicada por Ernesto Laclau y Chantall Mouffe. A través de ella vinculan desde paradigmas lacanianos y freudomarxistas a una reactivación alternativa a la política liberal. Renunciando desde el inicio, al componente ético que contiene el término alteridad y que pudiera introducirse en el campo de la política.
-Aplicada a la ética. Es el abordado por los estudios de Lévinas. No obstante también se reinterpreta a partir de feministas y de la teología de la liberación.
-Aplicada a la ético política. En donde se pueden aplicar y connotar los conceptos de ética y política de este concepto en el campo político y social. Insertándola en procesos legalistas internacionales y su impacto en el concepto ortodoxo liberal de nación, ciudadano y cosmopolitismo.
Por otra parte, cabe diferenciar este término del de otredad. Si bien se suelen utilizar en muchos casos como sinónimos existen ciertas diferencias en sus significados.
La otredad es la condición de ser otro. Esto lo revela Octavio Paz (1914-1998) de manera muy específica. Dice que es un sentimiento de extrañeza que asalta al hombre porque en algún momento, necesariamente toma conciencia de su individualidad. Tarde o temprano cae en la cuenta de que vive separado de los demás. De que hay otros que no son él. De que hay otros y de que hay algo más allá de lo que imagina o percibe.
Así la otredad es lo que no es “mío”, lo que no soy “yo”, lo diferente o aislado.
Por su parte, en cuanto a la etimología este vocablo proviene del latín. Deriva de alteritas, alteritatis, sustantivo formado por alter, altera, alterum que significa uno de los dos, el otro. Y el sufijo -tat- que señala a los abstractos de cualidad. Por lo tanto su concepto original es la cualidad de ser otro.
Otredad.
“Aplicó la alteridad al ponerse en el lugar del nativo que no quería que se corte ese árbol por ser sagrado”. En este ejemplo, se usa con el sentido de su aplicación práctica.
“Desde la alteridad en lo político, Lévinas considera que un Estado fiel a la justicia debe revisar constantemente la ley”. Se refiere en este caso, a un aporte de la ética de la justicia de este autor.
“Pudo definir y diferenciar otredad de alteridad en su examen”. Aquí, se aplica a distinguirlo en una evaluación.