No todos saben que la Guardia Suiza está formada por alabarderos. Y que estos tienen ese nombre por usar una alabarda que es una especie de lanza de unos dos metros de longitud y que tiene una punta en un extremo y una cuchilla que la atraviesa, que tiene por un lado forma de hacha y por el otro, un peto de punza.
Por supuesto que en este caso se utiliza como elemento decorativo, pero fue un arma muy temida en la Edad Media hasta el siglo XVII.
Clase: sustantivo femenino singular.
Una alabarda es un arma ofensiva parecida a la lanza, que tiene un asta de madera o vara de metal de aproximadamente dos metros de largo. Tiene en su extremo superior una punta afilada que se parece a una lanza y una hoja cortante transversal que tiene por uno de sus lados, el más ancho una forma de hacha. Y por el otro, un peto de enganchar más pequeño.
Se diferencia de la lanza en que esta tiene un mango y una hoja afilada en un extremo. Mientras que la alabarda tiene cerca de la punta de lanza una cuchilla transversal con forma de hoja de hacha.
Así un ataque con ella se podía dar de dos maneras: como si fuera una lanza o como si fuera un hacha.
Sus funciones, por lo tanto, eran de corte, de gancho y de punta. Se utilizaba como pica y para tumbar a los jinetes de sus caballos.
Por otra parte, debido a su peso, solo se la puede empuñar sola, sin escudos. Y si se llegaba a tener escudos, se debían dejar en el suelo o colgados de la espalda para poder realizar el combate cuerpo a cuerpo.
Su origen se remonta a China donde se utilizaban un cierto tipo de armas con asta con funciones parecidas. Introducida en Europa hacia el 1300 por los escandinavos y alemanes, fue usada como arma de infantería hasta el siglo XVII.
Aunque, algunos historiadores sostienen que su origen es danés y que se introdujo en España gracias a la infantería suiza que estaba a las órdenes de los Reyes Católicos, en la toma de Granada.
Debido a su eficacia en los enfrentamientos entre ejércitos, no solo formó parte de aquellos sino también de tropas o cuerpos de élite de la nobleza. Estos llevaban esta arma en versiones ostentosas, como demostrando su poder.
Actualmente se utilizan en desfiles y como arma ceremonial por parte de la Guardia Suiza Pontificia y también por los Reales Guardias Alabarderos Españoles. Aunque en ambos casos también se los entrena para que la utilicen como arma de combate.
En cuanto a su etimología se remonta al germánico. En efecto proviene de *“helmbart” cuyo significado es hacha con empuñadura ya que “helm” tiene por significado empuñadura y “barte”, hacha.
Lanza, pica, rejón.
“La eficacia de la alabarda en batallas de infantería reformuló la composición de los ejércitos, dándole preponderancia a la infantería frente a la caballería”. En este ejemplo, se usa con el sentido de su importancia desde el punto de vista bélico.
“Contemporáneas a la alabarda existieron otras armas de asta como la partesana, el archa, la guja y la Naginata usada por los Samurai en Japón”. Se refiere en este caso, a armas coetáneas de este tipo.
“Debido al peso de una alabarda, un golpe lanzado con ella puede llegar a producir muy graves daños”. Aquí, se aplica a la potencia de su ataque.