La palabra damisela ha llegado al español desde el francés. En efecto proviene de damiesele que es el diminutivo de dame cuyo significado es mujer noble en la Edad Media para luego designar a la mujer casada de alta categoría social. El sustantivo dama, a su vez proviene del latín domina, dominae con el concepto de dueña de una casa, ama.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
La definición correspondiente a este vocablo es mujer, joven, bonita, alegre y que presume de ser una dama.
También se suele utilizar este sustantivo en sentido cariñoso, aunque también se lo puede usar de manera irónica.
Si bien coloquialmente no es un término empleado habitualmente, solo de manera irónica y en ciertos círculos cultos; este personaje ha sido un tema dentro de la literatura, el arte, la cinematografía y en la actualidad en los videojuegos y el animé.
La damisela en apuros es una mujer joven, bella, alegre y en edad de casarse que es puesta en problemas o dificultades muy graves por un hombre malo o villano o por un monstruo. Por esa razón necesita de un héroe que la rescate.
Debido a su actitud indefensa, inclusive imprudente y a veces con rasgos de ineptitud que la muestra como ingenua por demás, y la necesidad de que la rescate un hombre, la ha convertido en un estereotipo que ha tenido numerosas críticas feministas.
Su existencia en la literatura se remonta en el tiempo. Los casos que conoce la cultura occidental son los que provienen de la mitología griega en donde junto a diosas fuertes y decididas, también existen muchachas que fueron sacrificadas o amenazadas con ser sacrificadas. Este es el caso de Andrómeda cuya madre Casiopea la ató a una roca para apaciguar a Poseidón, que habiendo sido ofendido por Casiopea envió a un monstruo para asolar el país. Finalmente Perseo, el héroe mató a la bestia y salvó Andrómeda, casándose con ella.
En la Edad Media, la damisela en apuros está representada por los cuentos de hadas, donde brujas maldicen a la princesa que queda de este modo envuelta en grandes apuros donde generalmente corre riesgo su vida. Este es el caso de Blancanieves a quien la bruja intenta matar con una manzana envenenada o la Bella Durmiente que queda durmiendo ella y todo su palacio por 100 años. En ambos casos un príncipe es quien las salva, volviéndolas a la vida.
También aparece esta damisela como un personaje de romances medievales donde el caballero errante la rescata normalmente de una torre en un castillo. Para estos caballeros errantes, el rescatar a una mujer en esas condiciones, se convirtió en una razón de ser.
En los siguientes siglos se continuó con esta tradición de estas mujeres y ya en el siglo XX, se han hecho películas de este tipo como King Kong, historia tomada de una novela donde Ann Darrow era capturada por un gigantesco mono que se la llevaba. O también el caso de Jane Porter con Tarzán.
En los videojuegos actuales también son rescatadas, aunque hay algunas que son fuertes y capaces de arreglárselas por sí mismas, enfrentando las dificultades y los peligros.
Otro giro se ha visto en que muchas de estas mujeres es convirtieron en villanas cuando no son rescatadas o las traicionan, lo que las convierte de bellas y buenas, a rencorosas y capaces de grandes crueldades.
Doncella, señorita, joven, muchacha.
Anciana, vieja.
“Cuando la vieron llegar al baile tan bien vestida y orgullosa, los más ancianos se hicieron oír diciendo que ahí llegó la damisela”. En este ejemplo, se usa con el sentido irónico.
“Una de las damiselas en apuros más famosas de los comics es Luisa Lane que es rescatada por Superman”. Se refiere en este caso, a una de estas mujeres famosas en la literatura.
“El hombre es muy romántico por eso le ha regalado un ramo enorme de rosas con un tarjeta que dice: ‘Para mi damisela’”. Aquí, se aplica a un tono cariñoso.