La palabra desjarretar se origina a partir del francés. En efecto proviene del sustantivo jarret cuyo significado es el jarrete en los animales y designa en anatomía la corva. A su vez, el francés lo ha tomado de “gar” que significa pierna en bretón.
A ese vocablo castellanizado se le ha añadido el sufijo –ar que significa acción verbal y el prefijo des- / de- que señala alejamiento, privado.
Por lo tanto, el concepto etimológico de este término es el alejamiento o la privación del jarrete.
Clase: verbo, infinitivo, 1era conjugación.
La primera definición de este vocablo proviene directamente de su etimología y señala el corte de las patas de un animal por el jarrete que es la articulación de las patas de atrás de los cuadrúpedos. Esto tenía como finalidad dejar al animal inutilizado para el trabajo o para la guerra.
De esto hay testimonios desde tiempos remotos como se puede observar en el Antiguo Testamento de la Biblia. Allí se especifican varios casos de haber realizado esta tarea, especialmente en Josué, sucesor de Moisés, donde se comenta que justamente cuando los israelitas del norte se unieron contra él, Jehová le dijo que no temiera ya que él le iba a dar el poder para desjarretar sus caballos y quemar los carros de sus enemigos.. De este modo conseguían que estos animales no sirvieran más para batallas, y luego procedían a matarlos.
Esta práctica, considerada hoy como bárbara, se ha realizado como se ha visto anteriormente desde épocas muy antiguas, como parte de luchas entre tribus que sucedían bastante frecuentemente.
Pero también podía suceder en otros contextos como lo especifica por ejemplo en el Código de Hammurabi que data del 1730- 1680 a.C. que penaliza esta práctica. Así quien alquilara un buey y lo desjarretara debía pagar una suma equivalente al animal a su dueño, ya que eso implicaba que el animal quedaba inutilizado para todo trabajo.
También se ha hecho presente este método en los festejos, con los toros. Mediante un instrumento llamado media luna que estaba formado por una vara o un palo como el que se utiliza en la garrocha, tenía en una de sus puntas una media luna de acero de borde cóncavo. Esa media luna era muy filosa y con ella quien estaba encargado de realizar esta labor iba hacia el toro por detrás y le cortaba los tendones de las patas traseras, en un solo movimiento.
Teniendo en cuenta su sentido denotativo, existe un significado connotativo o figurado derivado de aquél, que significa dejar sin fuerzas o sin ánimo a alguien.
Cortar, cercenar, amputar; cansar, agotar, debilitar, extenuar.
“Existen grabados de época en el Museo que muestran en qué consistía desjarretar un animal”. Se refiere en este caso, el dibujo que expone la manera en que se hacía esta práctica.
“La madre se queja ante sus parientes diciendo que su hijo la tiene desjarretada”. En este ejemplo, se usa con el sentido de cansancio y sin fuerzas. El verbo está conjugado.
“En la actualidad, desjarretar un animal está considerado como una costumbre bárbara y ya no se realiza más”. Aquí, se aplica como categorización de esta costumbre.