Una hoja de oro es una lámina de ese metal que se usa en muebles, íconos e inclusive en construcciones con la finalidad de decorar.
Conocida también como pan de oro, se obtiene a partir de pepitas de oro. De una de ellas con 5 mm de diámetro se puede conseguir martilleando una hoja de oro de unos 0,5 metros cuadrados.
Clase: construcción sustantiva formada por un sustantivo femenino singular (hoja); una preposición (de) y un sustantivo masculino singular (oro).
La definición de hoja de oro es: lámina muy fina de oro que se encuentra batido y que se utiliza para decoración dando un dorado a la superficie de diversos objetos artísticos tales como esculturas, retablos, orfebrería e inclusive mobiliario y en acabados arquitectónicos.
Si bien existen también láminas de plata, cobre o aluminio si se quiere otro tipo de acabado como son el azulado o el plateado.
Estas hojas se consiguen, artesanalmente, mediante el martillado de planchas de oro. Aunque también existe el método de presión a través de rodillos. Esta es la razón por la cual son muy finas y suelen presentarse en librillos de 20 a 25 hojas separadas por un papel de seda.
Para efectuar este trabajo existen dos tipos de oro.
-El fino de 22 quilates que se consigue en hojas de 8 x 8 cm o de 5 x 5 cm. La hoja se corta en una almohadilla de gamuza fina con un cuchillo especial de hoja ancha que también sirve como pala para llevar el oro desde el librillo hasta la almohadilla.
-El falso que se consigue en hojas de 14 x 14 cm y que tiene un grosor mayor, y está compuesto por una aleación de estaño o cinc y cobre. Es más grueso y por eso es más fácil su manipulación.
Básicamente existen dos técnicas para aplicar la hoja de oro.
– “Al agua”, necesita que se prepare la superficie de aplicación con una capa de yeso y cola de conejo, aplicando sobre ella una lijada y unas 6 o 7 capas de bol de Armenia de color rojizo mezclado con cola de pescado. Luego se debe pulir con un paño de algodón hasta llegar a una superficie totalmente lisa. Allí es cuando se aplica la hoja de oro con un pincel sobre una zona humedecida previamente con agua. Y finalmente se bruñe con una piedra de ágata para llegar al brillo del oro.
– “Mordiente” o “Sisa” que efectúa aplicando con una brocha, una capa del barniz denominado mixtión, esperando que se seque para poder colocar o pegar las hojas. Ese punto de sequedad se consigue cuando se puede arrastrar un dedo sobre la superficie produciendo una especie de chirrido.
Conseguido eso, se toma una polonesa con la que se aplican las hojas de oro Ya colocadas se repasa la superficie con la brocha seca sacando los restos. Y como acabado, se recomienda pasar una mano de goma laca.
Por su parte la etimología de esta construcción es:
“Hoja” sustantivo proveniente del latín. Deriva de folium, folii con el significado de hoja, follaje.
“De” también se origina en el latín. Proviene de idéntica preposición que significa punto de partida o separación.
Y por último “oro” que asimismo proviene del latín. Deriva de aurum, auri. Este vocablo proviene de una raíz indoeuropea *aus- cuyo concepto es brillo del sol naciente.
Lámina de oro; pan de oro.
“Quedó maravillada ante el trabajo que tiene el ícono terminado con una hoja de oro”. Se refiere en este caso a su uso en arte.
“Es un buscador de oro, no para joyería sino para convertirlo en hojas de oro”. En este ejemplo, se emplea con el sentido de su transformación desde el metal en bruto. La construcción está en plural.
“Si bien la técnica de aplicación de hoja de oro es muy antigua, recién en la Baja Edad Media alcanzó su apogeo en los siglos XIII y XV con la aparición de los doradores”. Aquí, se aplica a su divulgación.