El término lujuria se origina en el latín. Proviene de luxuries, luxuriei (también luxuria, luxuriae). Este vocablo proviene del sustantivo luxus, luxus cuyo significado es lujo, magnificencia, suntuosidad, fausto, denominativo derivado del adjetivo luxus (dislocado, que ha salido de su situación normal). Este adjetivo está relacionado con el verbo luctor, luctari, luctatum que significa luchar relacionado con la dislocación de los miembros en determinadas luchas gimnásticas. Este verbo a su vez, deriva de la raíz indoeuropea *leug- (girar, doblar).
Por tanto se puede considerar como el concepto etimológico de esta palabra derroche desatado, lujo desmedido, exuberancia, suntuosidad más allá de lo normal.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
La Real Academia Española da como su definición “vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales”; “exceso o demasía en algunas cosas”.
Para la Enciclopedia Universal 2012 es “deseo sexual desordenado e incontrolable. Para la Iglesia Católica es uno de los siete pecados capitales. En ocasiones esta palabra se usa para denominar otro tipo de deseo distinto al sexual. En mitología, ha habido diosas de la lujuria en todas las culturas desde el principio de los tiempos. Entre otras, están: Anukis en Egipto; Venus en Roma; Afrodita en Grecia; Lilith en Babilonia; Tlazoltéoltl para los Mexicas.”
Por su parte el Diccionario del español usual en México define a este vocablo como: “deseo sexual exacerbado, principalmente el que resulta inmoral o morboso […]”; “inclinación desmedida hacia el disfrute de los placeres sensuales […]”; “exceso de estímulos o de elementos que excitan los sentidos […].”
Lascivia, erotismo, obscenidad, voluptuosidad, concupiscencia, liviandad; libertinaje, desenfreno, inmoralidad, vicio, impudicia, libido;
Castidad, abstinencia; recato, pureza, vergüenza, decoro, pudor, honestidad.
“El joven aspirante a discípulo del Maestro yogui, a modo de presentación, ha dicho ante todos que se ha hastiado de vivir ciego entre placeres y lujuria, perdido del Sí mismo”. Se refiere en este caso a quien ha dejado de estar pendiente del sexo desenfrenado.
“Internándose por el sendero se encontraron finalmente con el bosque que encendió con su lujuria de olores, colores y sonidos a todos los expedicionarios”. Aquí, se aplica a la estimulación de los sentidos.
“Es tanto lo que han incidido las enseñanzas dogmáticas de su familia en esta mujer, que con cada hombre que se cruza siente que la mira con lujuria”. En este ejemplo, se usa con el sentido de invitación al placer sexual.