Un monumento no solamente es una escultura, estatua u obra arquitectónica que se erige para conmemorar algún hecho histórico o a alguna personalidad histórica. También es toda aquella construcción que tiene un valor importante desde el punto de vista artístico, arqueológico o histórico. De este modo, tanto las pirámides de Egipto como la Tour Eiffel, así como el Palacio Real de Madrid o los Moai en la Isla de Pascua o Rapa Nui, son monumentos.
Clase: sustantivo masculino singular.
Su definición dentro de la Arquitectura y el Arte es la obra arquitectónica o escultórica que se levanta en honor de un acontecimiento o en memoria de una persona.
Originalmente solo se nombraba de esta forma a las estatuas, inscripciones e inclusive sepulcros que se erigían para conmemorar alguna fecha o persona que tenía un valor para el grupo humano en cuestión.
Posteriormente pasa a llamarse también de esta manera a todas las construcciones que tenían un valor artístico, histórico o arqueológico destacándose sobre todo las arquitectónicas que están enclavadas en un núcleo urbano o rural y que son un símbolo para el lugar.
La primera vez que se utiliza la expresión monumento histórico fue en 1790, en el marco de la Francia revolucionaria cuando Millín de Grandmaison nombra de esta manera a la Bastilla ante la Asamblea Nacional Constituyente, en ocasión de su demolición.
Esta denominación se ha ido generalizando hasta llegar a tener categoría jurídica ya en el siglo XIX y principios del XX.
Por otra parte, desde fines del siglo XX, ante la regulación internacional de lo que se considera el patrimonio histórico, se ha extendido el significado de monumento también al ámbito de la naturaleza. De este modo se lo aplica a aquellos lugares naturales que además de ser admirados y recordados, deben ser protegidos debido a su valor originario y ecológico.
Para la Religión, específicamente la Iglesia Católica, es el altar adornado con flores y luces en el cual se expone la segunda hostia consagrada el día Jueves Santo hasta el Viernes Santo en el cual será consumida.
Asimismo recibe este nombre toda obra científica, artística o literaria que tiene un gran valor y en el que se invierte mucho trabajo.
Por su parte, designa igualmente a la obra en que se sepulta un cadáver.
Coloquialmente significa una persona de gran belleza y atractivo.
Su etimología se remonta al latín. Proviene de monumentum, monumenti, sustantivo formado por la raíz mon-/men- que se halla en vocablos tales como mens, mentis, con el significado de mente o memoria, memoriae. A esa raíz se le añade el sufijo instrumental -mentum. Por lo tanto su concepto etimológico es el medio para la memoria o el recuerdo.
Monolito, obelisco, pirámide, estatua, panteón, mausoleo.
“Llegaron ante el monumento del Libertador de la nación y allí colocaron una ofrenda floral”. Se refiere en este caso a una estatua en honor de alguien históricamente importante.
“Recorrieron los principales monumentos de la ciudad durante toda la mañana”. Aquí, se aplica a toda construcción con un valor histórico o artístico. El sustantivo está en plural.
“Los hombres que estaban sentados en la esquina conversando cuando vieron pasar a la chica comentaron que realmente es un monumento”. En este ejemplo, se usa con el sentido coloquial de una persona muy bella y con un físico bien proporcionado.