Una pista de aterrizaje es aquella en la que aterrizan y despegan aeronaves, cualesquiera sean. Normalmente en español se denomina de aterrizaje, más que de despegue, pero ambas pueden ser usadas indistintamente ya que significan lo mismo. Por su parte, tanto el controlador aéreo como el piloto la llaman simplemente “pista”.
Clase: frase formada por un sustantivo, femenino, singular (pista); una preposición (de) y por un sustantivo, masculino, singular (aterrizaje).
Su definición es la superficie lisa y recta que se halla en un aeropuerto, campo de aviación, o portaaviones sobre la cual los aviones aterrizan y frenan o en la que aceleran hasta llegar a la velocidad que les permite despegar.
En los aeropuertos existen varias pistas de aterrizaje. Algunas de las cuales son extensas para permitir a aviones, tales como el Boeing 747 o el Airbus 340, despegar y aterrizar sin problemas ya que requieren unos 2,5 km para realizar estas operaciones. Los aviones más pequeños solo necesitan pistas de 1 km.
En el caso de los portaaviones la pista de aterrizaje es diferente de la de despegue debido a su uso simultáneo. Además la de despegue tiene 100 metros, con lo que los aviones aceleran rápidamente de 0 a 200 km por hora sirviéndose de catapultas. Mientras que la pista de aterrizaje tiene 200 metros, lo que exige la utilización de cables de frenado para aterrizar.
En este caso se debe tener en cuenta el viento frontal que beneficia al avión, ya que las operaciones se realizan con el barco en velocidad máxima en contra del viento.
El viento es un factor determinante en la construcción de pistas en los aeropuertos, debido a que los aviones no pueden despegar ni aterrizar con vientos laterales o cruzados.
El material utilizado es de pavimento de hormigón o de asfalto. Su grosor depende del destino de la pista: las que soportan grandes aeronaves tienen entre 15 y 51 cm. En el caso de campos de aterrizaje más pequeños pueden ser de tierra, césped, hierba o gravilla.
Cada pista se identifica con dos números, uno para cada una de las direcciones y una letra, eventualmente. El número es la dirección a la que se encuentra dirigida la cabecera de la pista con referencia al norte magnético, y a 180º está la cabecera opuesta.
Se señaliza con blanco sobre la superficie informando a los pilotos al despegar y al aterrizar los tramos y distancias que existen sobre la pista. También existen luces que marcan los lados, el eje central, y los diversos tramos como el inicio y el final. Asimismo existen balizas de aterrizaje.
En cuanto al origen de esta expresión es:
"Pista" deriva del italiano. Procede de “pista”, que hoy es “pesta”, con el significado de huella de un animal. Este sustantivo deriva del verbo pistar en italiano. Este verbo, a su vez, proviene del latín tardío pistare con el concepto de machacar, moler.
"De" se origina en el latín. Esta preposición señala punto de partida o separación
"Aterrizaje" proviene del francés. Se origina en atterrissage, palabra que está formada por las raíces latinas: ad- que indica hacia; terra, terrae con el significado de tierra; -izar que señala convertir en, proveniente del griego -ιζω (pr. idso); más el sufijo -aje proveniente del francés –age, evolución del latino -aticum/-ticum.
Pista de despegue.
“Un avión que opera en una pista de aterrizaje de determinada longitud a nivel del mar, necesita una pista más extensa si está a más altitud”. Se refiere en este caso, a las diferencias en el largo de acuerdo con la altura.
“El Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth en Estados Unidos, es uno de los aeropuertos mundiales con más pistas: tiene 7 pistas de aterrizaje y de despegue”. Aquí, se aplica a las pistas de un Aeropuerto.
“En la segunda mitad de la pista de aterrizaje las luces blancas de borde y de eje se transforman en una hilera alternada de luces blancas y rojas, y en el tramo final solo hay luces rojas”. En este ejemplo, se usa con el sentido de demarcación lumínica.