El hecho de “poner en un brete” es una de las situaciones más comunes que suelen ocurrir. Quién no se ha visto en apuros o en alguna dificultad debido a lo que dice alguien, obligando a quien sufre ese comentario a decir o a hacer algo. Lo curioso de este caso es que muchas veces no se sabe qué decir ni qué hacer al respecto. La mudez y la inacción suelen ser las respuestas.
Si bien esta expresión ahora no se usa habitualmente, fue muy usada en su momento y alguna que otra vez se sigue escuchando.
Clase: frase coloquial formada por un verbo en infinitivo de la 2da conjugación (poner); una preposición (en); un artículo indeterminado masculino singular (un) y un sustantivo masculino singular (brete).
La definición de “poner en un brete” expresión coloquial española es poner a alguien en un apuro o en una situación comprometida, de tal manera que quien lo sufre queda atrapado sin saber ni poder reaccionar.
Muchas veces, esto sucede sin que quien hace esto se dé cuenta. Por hablar demasiado o por descuido se termina diciendo algo que pone al otro en un momento complicado. Por ejemplo dos amigos que se encuentran y uno le pregunta al otro por su mujer, sin darse cuenta que cerca hay una chica a la que su amigo estaba tratando de conquistar.
Pero otras veces, puede ser hecho a propósito. Como cuando dos hermanos están obligados por sus padres a quedarse a estudiar para levantar una nota. Y uno de ellos consiguió permiso para salir diciendo que no tenía nada que hacer. Mientras el otro le pregunta con toda alevosía delante de su padre o madre: “¿Ya terminaste de estudiar para la prueba de mañana?
Ahora habría que averiguar qué es realmente un brete, y por qué esta expresión terminó aludiendo a poner a alguien en apuros.
Según los estudiosos “brete” es un sustantivo muy antiguo, que tiene por significado “potro” que es un instrumento de madera que se usaba para torturar a los condenados. Otros lo mencionan como un cepo de hierro que se ponía a los reos en los pies para atormentarlos y para que no huyan. De allí pasó a designar también a todo aparato de tortura. Y los autores medievales lo definen como una trampa para cazar animales.
Cualquiera sea el concepto que se elija en todos está implícito el sentido de inmovilidad, de no poder escaparse de allí, y de tormento que, por lo tanto se sufre frente a eso.
Así “poner en un brete” literalmente es un castigo que puede incluso llevar a la muerte. Y hacerlo de manera connotativa no lleva a la muerte, pero más de una persona siente morirse ante lo que tiene que enfrentar.
Poner en un apuro.
“Es de poner en un brete a cuanta persona se le cruza, ya que habla por demás, inclusive inventando historias”. Se refiere en este caso a quien pone en compromisos a otros por imprudencia.
“Lo puso en un brete cuando le preguntó por el premio de la lotería que había sacado delante del amigo al que le había dicho que no tenía dinero”. En este ejemplo, se usa con el sentido de una mentira descubierta. La frase está conjugada.
“Publicó en Facebook la foto de un cepo con la inscripción: poner en un brete, dedicado a su novio a quien emplazó para casarse”. Aquí, se aplica a hacer explícita la incomodidad que se ha generado a alguien.