El término símil proviene del latín. Deriva del adjetivo similis, simile, que en latín tiene el significado de parecido, semejante. También existía un sustantivo simile, similis cuyo concepto es cosa parecida, comparación, analogía.
Clase: sustantivo, masculino, singular // adjetivo, singular. Con respecto al género, si bien todo adjetivo lo toma del sustantivo al que acompaña. En este caso, no adquiere la desinencia ni del género masculino ni del femenino, sino que permanece invariable, por terminar en –l.
Partiendo de la etimología, la definición correspondiente al sustantivo es semejanza o comparación entre dos cosas.
Para la Retórica es una figura que efectúa la comparación o semejanza entre dos conceptos, ideas o cosas para dar una idea más expresiva, efectiva y clara de una de ellas. Es más simple que el recurso de la metáfora y por eso aparece más periódicamente en las epopeyas clásicas y en la poesía popular.
A diferencia de la metáfora, la relación de las dos palabras o ideas se establece a través del nexo comparativo “como”, “cual”, “que” o la locución “se asemeja a”. En la actualidad esta figura retórica es equivalente a la comparación.
Un símil puede ser:
– reversible o sea se pueden disponer los dos términos sucesivamente en diferente orden.
– graduado o en grados de igualdad, inferioridad o superioridad.
Puede también estar asociado a otras figuras retóricas tales como la alegoría, la alusión, la antonomasia, entre otras.
Esta figura también se utiliza en el habla coloquial, donde se incluyen comparaciones simples, algunas de las cuales son frases hechas o dichos: “come como un pájaro”; “es rápido como una liebre”, etc.
En Literatura, en cambio, son específicos y directos o extensos y complejos. Este último es el caso de los símiles épicos que se extienden por varios versos. Homero fue quien lo hizo famoso comparando una acción compuesta con o en relación con otra acción también compuesta. Por su parte, Virgilio en la literatura latina y mucho más tarde Dante en la italiana, desarrollaron esta figura en una diversidad de comparaciones con una acción extensa o una imagen sola.
Por supuesto que también se utilizan en la literatura actual pero son más espontáneos que los usados en otras épocas.
Cuando se utiliza este término en plural, como símiles, señala a los razonamientos que se apoyan en la semejanza o analogía entre temas tratados.
En cuanto al adjetivo, su definición es semejante, parecido a otro.
Semejanza, similitud, analogía; parecido, similar, análogo.
Diferencia, oposición; opuesto, diferente.
“Se deleita realizando la traducción de la Odisea y especialmente descubriendo las figuras retóricas que aparecen, como el símil, la metáfora y el epíteto”. En este ejemplo, se usa con el sentido de su uso por parte de la literatura homérica.
“La prosa de la primera novela del reconocido escrito rebosa de símiles espontáneos y expresivos”. Se refiere en este caso, a la aplicación de la figura retórica en una obra literaria. Está en plural.
“Está realizando un trabajo en el que compara el uso común del adjetivo ‘similar’ con el casi extinto adjetivo ‘símil’”. Aquí, se aplica a la justificación pragmática del muy poco uso de este término como adjetivo.