La palabra terrestre tiene su origen en el latín. Proviene del adjetivo terrestris, terrestre. Este está compuesto por terra, terrae (tierra, suelo) y por el sufijo –estre cuyo significado es relativo o perteneciente a, propio de.
Puede considerarse, entonces, que el concepto original de este vocablo es propio de la tierra, perteneciente o relativo a la tierra.
Clase: adjetivo, singular. En cuanto al género, todo adjetivo lo toma del sustantivo que acompaña. Pero en este caso, no toma la desinencia ni del género masculino ni del femenino, sino que permanece invariable, por terminar en –e.
De acuerdo con su etimología la primera definición de este vocablo es lo que pertenece a la Tierra, refiriéndose con ello al planeta. La segunda definición es lo relativo a la tierra, contraponiéndolo al agua y al aire.
Otro significado es todo aquello que se desplaza o vive en la tierra, opuesto a lo que vive y se desplaza en el agua y/o en el aire.
En el ámbito de la Ecología se utiliza este término para denominar al ecosistema en el que la fauna y la flora se desarrollan en el suelo o en el subsuelo dependiendo de la humedad, temperatura, altitud y latitud.
Terráqueo, terrenal, planetario, mundial; geográfico.
Costanero, costero, aéreo, espacial.
“A causa del sismo que azotó el lugar se ha hecho imposible la comunicación terrestre”. En este ejemplo se usa con el sentido del transporte que se desplaza sobre la superficie de la tierra.
“Dentro de la zona que eligieron para acampar había un gran espacio terrestre y otro lacustre, de similares dimensiones”. Aquí se aplica refiriéndose a tierra en contraposición con un lago.
“Se ha encontrado bajo la superficie terrestre, en la profunda excavación, restos de una especie desconocida de Tiranosaurius”. Se refiere en este caso a la capa más superficial del suelo.