El verdugado, prenda femenina que se usaba debajo de la falda para conseguir el efecto de ahuecamiento, aparece hacia 1468 en España y de allí se extendió a toda Europa. Dejó de usarse hacia el siglo XVII, siendo sustituida por el guardainfante. Pero no solo fue modelo para esta prenda sino que también fue el antecedente del tontillo, panier, miriñaque y crinolina.
Clase: sustantivo masculino singular.
La definición de verdugado es un armazón de alambres, madera o de aros denominados verdugos –que era una vara estrecha y flexible que los verdugos usaban para azotar- que se cosían a la parte externa de la falda, dando un efecto cónico. Este armazón lo utilizaban las mujeres cortesanas desde el siglo XVI, debajo de las faldas para ahuecarlas.
Se cree que su aparición se debe a la reina Juana de Portugal, hacia 1468 quien se casó con Enrique IV rey de Castilla, conocido históricamente como “el impotente”. Enrique ya había tenido una mujer anteriormente: Blanca de Navarra, unión que se había anulado por no haber sido consumado a pesar de haber tenido trece años de matrimonio. Su segunda esposa, Juana de Portugal, fue considerada dentro de la corte como infiel. Inclusive cuando nació la primera hija se decía que en realidad era hija de Beltrán de la Cueva, uno de los favoritos del rey.
Debido a esto, cuando Juana quedó embarazada por segunda vez, intentó disimularlo el mayor tiempo posible. Y según dicen los cronistas de la época, lo hizo inventando un traje nuevo que disimulara su embarazo. De este modo inventó un traje que tenía una amplia falda armada de unos aros rígidos que mantenían el tejido despegado del cuerpo disimulando su estado. Ese fue el nacimiento del verdugado.
Eso hizo que el resto de las mujeres de la Corte de Castilla comenzaran a imitarla usando vestidos muy anchos, que mantenían rígidos alrededor del cuerpo a través de aros que se cosían bajo la tela.
Si bien en un comienzo el verdugado tenía los aros cosidos a la falda, posteriormente estos aros se sustituyeron por verdugos de tela que eran más flexibles y así la falda no quedara tan rígida. Estos verdugos de tela se llevaban sobre las faldillas interiores o enaguas y debajo de un traje abierto por delante (brial o saya). Había en casos que llevaban rellenos postizos para las caderas con el fin de dar más volumen a la pollera.
En cuanto a la etimología de verdugado, esta palabra proviene de verdugo. Y este sustantivo tiene un origen incierto. Se cree que proviene del latín, del sustantivo virgultum, virgulti con el significado en un principio, de rama que se corta verde, para luego tomar el concepto de quien usaba esa rama para castigar a alguien. Sobre la raíz verdug- se añade el sufijo -ado que señala al que ha recibido la acción.
“Quedó mirando el verdugado que aparece en el cuadro de Hans van der Beken, ‘Viaje de la emperatriz María desde Praga’”. Aquí, se aplica a este atuendo pintado en una escena de un cuadro.
“En Valladolid, la Iglesia llegó a prohibir el uso del verdugado bajo pena de excomunión, por considerar que exageraba demasiado las caderas femeninas”. En este ejemplo, se usa con el sentido de la reacción de la Iglesia ante esta prenda.
“El verdugado español, se llamó verdugate en Italia; vertugade en Francia y farthingale en Inglaterra”. Se refiere en este caso a los nombres con que esta vestimenta se conoció en los diferentes países.