“Patas negras” no se refiere a ningún hurón o zorro sino a los pies de aquel que es amante de una mujer casada o en pareja.
De este modo, para hacer frente a la infidelidad que es tan vieja como el mundo, se crea una expresión con algo de humor e ironía.
Clase: frase popular formada por un sustantivo femenino plural (patas) y un adjetivo femenino plural (negras).
La definición de la expresión “patas negras” propia de Chile se refiere al amante tanto masculino como femenino de quien está casado o en pareja.
Solo se cambia el artículo para diferenciar si se refiere a una mujer o a un hombre: así se puede escuchar “la o el patas negras”. Y otra curiosidad es que se utiliza en plural por los dos pies pero el artículo va en singular porque se refiere a la persona: “soy el patas negras” o “es la patas negras”.
Si bien en un comienzo se denominaba de esta manera al hombre que iba al domicilio de la mujer casada cuando el marido no estaba, en la actualidad se utiliza también para quien se encuentra en cualquier otro lugar como puede ser un hotel o inclusive la vivienda del amante. Ya no importa el sitio sino el hecho de que se está teniendo relaciones sexuales con una persona comprometida.
En cuanto a la génesis de esta expresión, según se cuenta, se origina en Lota una comuna chilena que se encuentra en la Provincia de Concepción, Región del Biobío. Este lugar es muy conocido por sus yacimientos carboníferos muy unidos al desarrollo económico y a la historia de este país sudamericano.
Justamente hace muchos años para efectuar la extracción del carbón, existían los campamentos de mineros. En ellos había casas para hombres solteros y otras para los casados con sus familias. Cuando una mujer casada recibía en su casa a un soltero, mientras su marido estaba dentro de la mina trabajando, aquel solía dejar las huellas de sus pies llenos de polvillo negro en las sábanas. Y de allí nacería esta expresión.
El tema de las huellas que dejan los amantes, es también la que aparece en otra expresión latinoamericana “pata e’lana” o “pata de lana”. En este caso no se refiere a la suciedad que deja el amante sino al cuidado y silencioso andar. Porque con pata de lana se está haciendo referencia a caminar con este tipo de medias, que, por supuesto, no hacen ningún ruido. Y por lo tanto el autor de la infidelidad es difícil de descubrir.
Tanto en uno como en otro caso lo que llama la atención es que se usa el término “pata”. Quizá sea la manera de vengarse de quien ha sido engañado, poniendo a su rival como un animal.
“Pata e’ lana” (Argentina); “patelana” (México); “pata e’ bolsa” (Argentina); “sancho” (México); “tinieblo” (Colombia).
“La mujer confesó ante sus amigas que es una patas negras del gerente”. Se refiere en este caso, a una mujer que es amante de un hombre casado.
“Todos en el barrio saben que su mujer tiene un patas negras, menos él”. En este ejemplo, se usa con el sentido de que la persona que es engañada es la última en enterarse.
“Indignada la mujer dijo que nunca le perdonaría a su marido que tenga una patas negras”. Aquí, se aplica a alguien que no perdonaría la infidelidad.