“Armarse la Marimorena” es una manera de decir coloquialmente o en un ambiente no formal, por ejemplo, entre amigos, que se ha producido una gran pelea o riña. Se puede estar refiriendo por supuesto a algo que se ha visto, o se ha participado o simplemente se sabe.
Esta expresión tiene su equivalente en muchos otros dialectos del español, porque las peleas, discusiones y riñas, lamentablemente, suceden en todas las naciones.
Clase: frase popular formada por un verbo pronominal en infinitivo (armarse); un artículo definido femenino singular (la); un sustantivo propio (Marimorena).
En cuanto a la definición de “armarse la Marimorena”, expresión popular propia de España, se refiere a una trifulca o pelea de considerables dimensiones entre varias personas.
El inicio puede darse entre dos personas que están discutiendo. Pero el hecho de que vayan subiendo su tono, genera que quienes los acompañan intenten apoyar a cada contrincante. Y esto lleva finalmente a que se peleen todos con todos.
También puede ocurrir que se inicie con una contienda violenta entre dos personas y que quienes intenten separarlos terminen también peleando.
Lo cierto es que esta frase indica que son muchas las personas involucradas en un gran desorden y alboroto.
Llama la atención que para referirse a una pelea se utilice el sustantivo “Marimorena” que es la unión de Mari Morena o María Morena. Pero esto se debe a que esta señora fue la causante de que el dicho trascendiera desde el siglo XVI hasta la actualidad.
Se cuenta que hacia el año 1579, María Morena, o como la conocían sus amistades: Marimorena, era una tabernera de Madrid. Se hizo conocida por un proceso judicial que se abrió contra ella y su marido Alonso de Zayas por negarse a vender su mejor vino a un grupo de soldados que habían llegado al lugar.
El matrimonio guardaba el vino de mejor calidad para sus clientes importantes como jueces o funcionarios de la Corte, mientras que para el resto le daban uno común. Ante la insistencia de los soldados de beber el mejor vino y la negativa de los dueños del establecimiento, se armó una gran pelea. Inclusive se dice que la que más golpes repartió fue justamente Mari Morena.
Igualmente se comentaba entre la gente del lugar que era una mujer de “armas tomar” ya que nunca permitía que alguien se fuera sin pagar, deteniéndolo enérgicamente. Y ni qué hablar si algún parroquiano había bebido más de la cuenta, ya que era echado de una manera escandalosa.
Cabe señalar que esta Marimorena no es la que aparece en el villancico navideño “ande, ande, ande la marimorena/ ande, ande, que es la Nochebuena…”. Porque esa se refiere a la Virgen Morena.
“Armarse la de San Quintín”; “armarse la Naval” (España); “armarse un despelote” (Argentina); “armarse una pelotera” (Argentina).
“Cada vez que se encuentran en la casa de la madre suele armarse la Marimorena entre los dos hermanos y sus familias”. En este ejemplo, se usa con el sentido de una gran pelea entre parientes.
“No hizo falta mucho para que en el bar se armara la Marimorena”. Se refiere en este caso a un fuerte alboroto en un sitio público. La frase está conjugada.
“Como puede llegar a armarse la Marimorena entre los simpatizantes de los clubes de fútbol rivales, se pusieron estrictos controles en las puertas de acceso al estadio”. Aquí, se aplica a evitar una fuerte pelea.