El término belleza tiene su origen en el latín. Proviene de bella, adjetivo femenino correspondiente a bellus, bella, bellum cuyo significado es gracioso, agradable, bueno, bonito.
Bellus es la contracción de benulus que es el diminutivo de bonus, bona, bonum cuyo concepto es bueno, propicio, favorable.
A la base bell- se le añade en español, el sufijo –eza que indica la formación de sustantivos abstracto
Puede considerarse entonces como el concepto etimológico de esta palabra la cualidad de lo bello, bonito.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
Partiendo de la etimología de este vocablo, su definición es la cualidad de lo bello, hermoso, bonito. Definiendo a bello como lo que por lo perfecto en su forma y buenas cualidades, agrada a los sentidos y por extensión al espíritu.
Asimismo se utiliza este sustantivo para designar a una persona cuya hermosura es fundamental. Como así también se puede referir a un objeto, una textura, un paisaje, una planta, un animal. En este sentido se toma en cuenta el aspecto visual, la forma, el sonido, y el movimiento, y en segundo lugar el olor y el sabor.
Si bien las definiciones anteriores son las más aceptadas, tienen un sesgo problemático ya que no todo lo que agrada a los sentidos necesariamente es bello.
También para definirla se tienen en cuenta aquellas buenas cualidades y que despiertan en quien las siente, percibe y ve una emoción positiva. En ambos casos tampoco es objetivo el concepto ya que el concepto de “buenas cualidades” puede variar en escala de una persona a otra. Y por lo tanto, no van a despertar las mismas emociones en todos los seres, ya que eso es algo íntimo y personal.
En cuanto a la belleza de una persona, se puede evaluar a partir del atractivo físico tales como un cuerpo agradable, saludable, sensual, simétrico, rasgos del rostro atrayentes y delicados. Y también a partir del conjunto de cualidades tales como la bondad, la simpatía, el encanto, la gracia, la inteligencia. Esto se ve ejemplificado en los cuentos tradicionales tales como la Cenicienta, la Bella Durmiente, Blancanieves que son jovencitas bellas y buenas. Contraponiéndose a las madrastras y brujas que son malas y feas.
Sea a partir de la literatura o a partir de un modelo social, en Occidente se le ha dado mucha importancia a lo físico tanto que se han creado concursos de belleza a nivel mundial. Además del auge de la cirugía estética que demuestra el seguimiento de un tipo de físico “agradablemente” social y joven que, para mucha gente es primordial. Olvidándose de que la verdadera belleza es la que surge de la sabiduría interior que se atesora con los años, la paz y la conexión con su interior.
Beldad; hermosura, preciosura; preciosidad, esplendor.
Fealdad; deformidad; antiestética.
“Cuando vio florecido al duraznero, no pudo dejar de decir que era una belleza de árbol”. Se refiere a su aplicación en una planta.
“La belleza de la viejita, con sus hondas arrugas y su corazón bondadoso, ha dejado a todos admirados”. Aquí, se aplica al concepto aplicado a una persona.
“Los lagos del sur del continente americano son de una belleza incomparable para todo turista que llega allí”. En este ejemplo, se usa con el sentido de lo hermoso de un paisaje.