La calefacción a gas es una de las formas de calefaccionar o calentar un ambiente, mediante la combustión de gas natural o envasado, en cámaras estancas o abiertas, a través de la circulación de aire natural o forzada.
Es el tipo de calefacción más habitual en estos tiempos, junto con la eléctrica y en mucho menor medida la que utiliza leña. No obstante, ya existen sistemas de calefacción solar que, se utilizan en muchos lugares del planeta por ser mucho más amigable con el medio ambiente y por ser gratuita.
Clase: construcción sustantiva formada por un sustantivo femenino singular (calefacción); una preposición (a) y un sustantivo masculino singular (gas).
La definición de calefacción a gas es un tipo de calefacción que permite calentar un ambiente o varios, dentro de una casa, oficina, empresa, etc. sirviéndose del gas natural o envasado.
No obstante, de las dos formas, la de gas envasado es más cara y tiene mayor incomodidad debido a que debe ser recargada.
Sin embargo comparativamente a la electricidad es un sistema mucho más barato y en el caso de las instalaciones de calefacción a gas natural son muy fiables en cuanto a la eficiencia.
En cuanto a los componentes que forman un sistema de calefacción a gas, se pueden mencionar:
-Una fuente para el aire caliente que es el gas.
-Una forma de distribuir el calor tales como los conductos de aire.
-Un termostato. Cuando la temperatura de un lugar disminuye, automáticamente a través de este dispositivo, se activa de forma automática o manual que el quemador de gas se active y se encienda nuevamente el calefactor.
-Un quemador que responde a lo que indique el termostato, encendiéndose y utilizando el gas hasta que se consiga la temperatura deseada.
En el caso del gas natural llega a los edificios a través de tuberías bajo tierra y entra a cada propiedad a través de un medidor o contador de gas que se encuentra habitualmente fuera de la casa o edificación. De este modo, los gases circulan dentro del sistema consiguiendo que la temperatura aumente. Cuando se logra la temperatura deseada, el quemador se apaga, mientras que todo el sistema tiene la posibilidad de trabajar por un corto lapso antes de apagarse por completo.
-Un soplador o ventilador de caldera que permite la entrada del aire frío de una parte de la vivienda u oficina y que lo empuja a través de un compartimento denominado intercambiador de calor. Mientras que el aire ya calentado por el quemador es empujado hacia afuera y en la dirección del ambiente. Esta entrega de aire se produce mediante los conductos de aire que se instalan en el lugar.
Por su parte, la etimología de esta construcción es:
“Calefacción” se origina en el latín. Proviene de calefactio, calefactionis, sustantivo que deriva del verbo calefacio, calefacis, calefacere, calefeci, calefactum cuyo significado es producir, hacer calor, caldear. Este verbo está formado a su vez, por caleo, cales, calere, calui que significa estar caliente, estar ardiente y por el verbo facio, facis, facere, feci, factum (hacer, producir). A la raíz calefac- se le añade el sufijo -tio(n) que indica acción y efecto. Por lo tanto el concepto de este vocablo es la acción y el efecto de producir calor.
“A” también proviene del latín. Se origina en “ab” o “abs” y significa separación del exterior de un límite.
“Gas” es un neologismo. Efectivamente fue inventado por el científico belga Jen Baptista van Helmont (1580-1644). Creó esta palabra a partir del latín chaos, chai, (caos).
“En este crudo invierno saben que utilizarán la calefacción a gas mucho más que en el anterior”. Se refiere en este caso a su uso en un lugar.
“En el momento de decidir cómo calefaccionar la vivienda, la familia decidió no usar calefacción a gas, sino calefacción solar”. Aquí, se aplica a su sustitución por otro tipo de calefacción.
“Para no utilizar tanto el Split, compraron un equipo de calefacción a gas para la oficina”. En este ejemplo, se emplea con el sentido de complemento de otro sistema de calefacción.