Cuando una persona se encuentra en una situación desesperante y hace algo que nunca haría en otra circunstancia para poder sobrevivir o para salir de una mala situación, se dice: “la necesidad tiene cara de hereje”.
Este dicho se ha usado y aún se sigue usando para justificar los actos de alguien. Aunque puede ocurrir, en algunos casos y de acuerdo al tono con que se lo diga, que lleve subyacente una cierta crítica.
Clase: frase coloquial formada por el artículo femenino singular (la); el sustantivo femenino singular (necesidad); el verbo tener en tercera persona del singular del presente del modo indicativo (tiene); el sustantivo femenino singular (cara); la preposición (de); el sustantivo masculino singular (hereje).
En cuanto a la definición de “la necesidad tiene cara de hereje”, es una frase popular utilizada en España, Argentina, Chile, Colombia y otros países de Latinoamérica, mediante la cual se justifican las acciones que ha hecho alguien en una situación desesperada o al límite.
Esto puede implicar acciones ilegales, como robar por hambre, por ejemplo. Pero también puede indicar que una persona ha tenido que cambiar sus hábitos o su forma de vivir porque la vida lo ha obligado a hacerlo. Entonces, quien nunca ha trabajado viviendo de rentas, y pierde todo en la bolsa de valores, deberá ponerse a trabajar para poder sobrevivir. En ese caso “la necesidad tiene cara de hereje”.
Es muy interesante analizar los términos que se usan en esta frase. Uno es la palabra necesidad que implica, literalmente, algo que no se puede dejar de tener. Así respirar es una necesidad, como lo es alimentarse, y en otro orden, trabajar, etc. Hacerlo posible es responsabilidad de cada uno pero también de que la sociedad lo permita.
Cuando eso no ocurre y una persona se ve en una situación de quedarse sin techo, sin comida, sin trabajo y sin una solución para eso, puede llegar a cometer algún delito.
Y el otro término, hereje, que se relaciona con alguien que está fuera de todo orden de la sociedad.
El nacimiento de esta locución es en realidad, una figura legal que había en la antigua Roma: “necessitas caret lege” cuya traducción corresponde a “la necesidad carece de ley”. Pero con el tiempo y por resonancia entre “caret” y cara y “lege” y hereje se formó la frase que conocemos actualmente.
No obstante el hecho de haber suplantado “lege” por “hereje” tiene sentido en tanto en la época de la Reforma, un hereje era quien estaba fuera de la ley o el orden político, científico, artístico y sobre todo religioso. En este sentido, herejes eran quienes no profesaban la religión católica.
“Al ver al hombre buscando en la basura restos de comida para alimentarse, quien lo estaba mirando comentó que no hay dudas que la necesidad tiene cara de hereje”. Se refiere en este caso a alguien que hace lo que nunca haría para sobrevivir.
“Para él no es cierto que la necesidad tenga cara de hereje, ya que pasó por muchísimas dificultades y nunca tuvo necesidad de degradarse ni de hacer nada ilegal para sobrevivir”. En este ejemplo, se usa con el sentido de no estar de acuerdo con esta frase.
“Nunca trabajó en su vida, pero ahora que su marido perdió el trabajo va a tener que hacerlo, ya que la necesidad tiene cara de hereje”. Aquí, se aplica a quien nunca ha hecho algo que ahora se ve obligado a hacer para vivir.